El periodo de gracia para los prestatarios que se acogieron al diferimiento establecido por la Ley 1204 y sus normas asociadas beneficiará a todos aquellos deudores que reprogramen o refinancien sus créditos, sin importar el sector al que pertenezcan. Al acogerse a la medida, sólo deberán pagar los intereses de los préstamos por los cuatro meses de tolerancia.
“Viendo que es necesario establecer un periodo de tiempo en el cual los prestatarios puedan hacer un pago mínimo, en este caso el de los intereses, se ha decidido establecer un periodo de gracia para tanto las operaciones que han sido refinanciadas como para aquellas que han sido reprogramadas de aquellos clientes que se hayan acogido al diferimiento”, indicó ayer la viceministra de Pensiones y Servicios Financieros, Ivette Espinoza.
La funcionaria apuntó que los cuatro meses de gracia dan “una solución real a las necesidades de los prestatarios, para que sus cuotas sean adecuadas a su nueva capacidad de pago y también puedan acceder a nuevos recursos que les permitan sacar a flote sus actividades que tenían paralizadas por la pandemia”, dijo.
Por su parte, el director de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), Reynaldo Yujra, reiteró que la medida beneficia a todos los prestatarios y que el periodo de gracia puede extenderse en función del caso particular del solicitante y la evaluación que realice la entidad financiera involucrada.
“Este es el resultado de un análisis considerando las demandas que se han recibido de los distintos sectores; hemos barajado las posibilidades y hemos ido por esta vía que es absolutamente razonable y abarca a todos los prestatarios. Todas las personas que se acogieron al diferimiento pueden solicitar ahora reprogramaciones o refinanciamientos y también pueden adecuarse a este periodo de gracia que puede ampliarse en consideración al caso de cada cliente”, explicó.
Desde hace unas semanas, varios sectores exigieron al Gobierno un nuevo diferimiento del pago de sus créditos por al menos seis meses adicionales (el periodo de diferimiento concluyó el 31 de diciembre de 2020).
Señalaron que sus actividades económicas no se recuperaron de la crisis de la pandemia y no se encontraban en condiciones de retomar el pago de sus obligaciones con las financieras.
Sin embargo, el Gobierno respondió que no era posible ampliar el diferimiento de pagos, debido a que se afectaría la estabilidad del sistema financiero, al reducir su capacidad para otorgar nuevos créditos.
Reacciones opuestas
El presidente de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Agustín Mamani, señaló ayer que el sector decidió aceptar la propuesta de acceder a cuatro meses de gracia para el pago de capital, sin dejar los intereses.
“Son cuatro meses como mínimo, pero pueden ser ampliados dependiendo de la evaluación de cada microempresa. Entonces cada banco va a poder evaluar, en base a eso darles el periodo de gracia a los diferentes productores (…), es solamente al capital, el interés se va a pagar de manera normal”, sostuvo Mamani.
El dirigente indicó que el sector al que representa se reunió en tres ocasiones con el Gobierno con la propuesta de ampliar el diferimiento de pago de los créditos; sin embargo, entendieron que la respuesta no será favorable.
“En estos momentos, cualquier apoyo es positivo y entendimos que el diferimiento no se puede dar”, manifestó.
Al contrario, otro grupo de microempresarios, liderado por Néstor Conde, además de otros grupos de gremiales, artesanos y choferes indicaron que el Gobierno los “engañó” al dejarlos fuera de las negociaciones.
Manifestaron que el periodo de gracia que dispuso el Ejecutivo no los beneficia en la medida de lo que necesitan, ya que no cuentan con ingresos para pagar ni siquiera los intereses.
ASFI: La liquidez supera niveles de 2019
De acuerdo con un reporte de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), la liquidez en el sistema al cierre de 2020 llegaba a los 54.386 millones de bolivianos, un 5,37% superior a lo correspondiente a 2019.
Asimismo, los datos actualizados respecto a los depósitos muestran que pasaron de 174.728 millones de bolivianos a 190.838 millones.
Del total de las captaciones (95.076 millones de bolivianos), el 49,8% está a plazo fijo (DPF), un 30% (57.214 millones de bolivianos) en cajas de ahorros, otro 17,9% está a la vista y un 2,3% se encuentra depositado en otro tipo de producto financiero.
En el caso de los créditos, la cartera también registró un crecimiento del 5%, al pasar de 181.755 millones de bolivianos a 190.798 millones.
De esa cantidad, 29% fueron colocados en microcréditos, 25,9% en vivienda, 22,7% para empresas,, 12,6% PyMe y un 9,7% para consumo.