El gobierno responsabiliza a la Asamblea Legislativa por la falta de combustibles, argumentando que la negativa a aprobar nuevos préstamos impide la adquisición de dólares para importaciones. Sin embargo, según el análisis de Gonzalo Colque, los datos muestran una realidad distinta.
“El año pasado se aprobaron ocho contratos de préstamos con distintos organismos internacionales que suman la considerable cifra de 889 millones de dólares”, explica Colque. No obstante, de ese monto, “el total desembolsado apenas llegó a 27 millones de dólares hasta finales del año, lo que representa solo un 3% del total aprobado”, añadió en una columna publicada en Brújula Digital.
Colque, que es economista, señala que, si bien no todos los fondos se desembolsan de inmediato y requieren procesos administrativos, la gestión del Ejecutivo ha sido deficiente.
“Una valoración del primer semestre muestra que el problema persiste: 24 millones desembolsados equivalentes al 4% de lo aprobado”, indica. Además, menciona que algunos préstamos “tienen cero desembolsos, a pesar de haber sido aprobados hace varios meses”.
El especialista explica que el gobierno no está cumpliendo con las condiciones necesarias para recibir los desembolsos.
“En el caso de obras públicas, para acceder a los primeros desembolsos, tendría que haber remitido planes de ejecución de los proyectos, cronogramas, licencias ambientales, licitaciones y adjudicaciones cerradas”.
Como ejemplo, menciona que “la Corporación Andina de Fomento (CAF) otorgó 223 millones de dólares, pero hasta la fecha ni un centavo de desembolso, porque la licitación recién se lanzó el mes pasado”.
Si bien este análisis no busca exculpar a la Asamblea Legislativa, Colque enfatiza que los parlamentarios “deberían realizar un trabajo de fiscalización más riguroso”.
Su intención, asegura, es presentar “elementos de discusión basados en evidencias para argumentar que el verdadero problema no es la falta de aprobación de préstamos, sino la pésima gestión gerencial de los proyectos y financiamientos en curso”.
Finalmente, Colque plantea la pregunta de por qué el Ejecutivo insiste en presionar al Legislativo. “Necesita responsabilizar a alguien más para encubrir la deficiente administración de los préstamos y la incapacidad de obtener desembolsos de manera fluida y efectiva”. Añade que, además, “tiene en la mira uno o dos nuevos préstamos, pequeños, pero de fácil desembolso, pensados como un salvavidas para patear el desabastecimiento unos meses adelante”.
“El problema no está en los préstamos sino en los desembolsos”, concluye Colque.
