Hay crisis en el sector del transporte de carga boliviano, cerca de 500 camiones están detenidos en Paraguay por la falta de carguío debido a retrasos en los pagos del gobierno a sus proveedores. Algunos camioneros expusieron esta situación a través de videos que se están difundiendo por redes sociales, llevan varados más de dos semanas.
«Los camiones están ya más de 20 días sin carguío. Hay una infinidad de camiones por todos lados», expresó el chofer en el documento audiovisual.
La incertidumbre crece entre los transportistas, quienes desconocen hasta cuándo se prolongará la escasez de combustible. «Dicen que es por falta de pago del gobierno. ¿Hasta cuándo va a ser esto? Sinceramente, está grave la cosa», lamentó un conductor que hacía fila fuera de un surtidor de Santa Cruz a la espera de poder cargar combustible.
El trabajador del volante relató en su video que mientras algunos llevan dos semanas sin poder trabajar, otros han estado esperando por más de 25 días. «Es una pena. ¿Qué haremos con este gobierno?, ¿será que pagará?», cuestionó, aludiendo a la posible falta de recursos estatales para cumplir con los compromisos.
A pesar de la incertidumbre, los transportistas mantienen la esperanza de que pronto se resuelva el problema de la falta de combustible en Bolivia. «Hoy es Miércoles de ceniza, ojalá pueda cargar diésel hasta el fin de semana», expresó otro conductor.
Medidas
Domingo Ramos, dirigente del transporte pesado, sostuvo que el Gobierno no está admitiendo la crisis y la escasez está perjudicando gravemente a los transportistas y al sector productivo.
Denunció que, a pesar de la falta de combustible, las autoridades intentan disimular la situación con el despacho de un reducido número de cisternas. “Anteayer despacharon solo 50 cisternas, mientras que nosotros llevamos tres o cuatro días esperando», afirmó indignado.
El dirigente también señaló que en Paraguay hay cientos de cisternas cargadas con gasolina que no pueden descargar porque las refinerías están vacías. «No entendemos cuál es la responsabilidad de los funcionarios de YPFB. La población debe saber lo que está pasando», agregó.
Ramos dijo que la crisis no solo afecta al transporte pesado, sino también a toda la economía del país. «No hay dinero y el gobierno debe admitirlo. Esto perjudica a todos los sectores productivos y de transporte», expresó.
Ante la falta de respuestas por parte de las autoridades, los transportistas han decidido sumarse a una marcha multisectorial prevista para el 15 de marzo en la ciudad de La Paz. «Nos estamos preparando para una marcha pacífica en la Plaza Murillo o sus alrededores. No solo participaremos los transportistas, sino también empresarios privados y productores», anunció Ramos.
El dirigente criticó el silencio de ciertas organizaciones de transporte que, según él, están alineadas con el gobierno y no defienden los intereses de los trabajadores. «Estamos en una situación desesperante y algunos dirigentes prefieren callar», lamentó.
Finalmente, Ramos manifestó su preocupación por las condiciones de los transportistas que esperan por combustible en distintos puntos del país. “Algunos llevan hasta 20 días en la cola fuera de los surtidores. Tienen que subsistir por sus propios medios y hasta los artículos de primera necesidad se están agotando”, explicó.
La crisis del combustible sigue sin una solución clara, mientras los transportistas y otros sectores afectados se organizan para exigir respuestas al gobierno.