La gestión 2024 marcó otro año de declinación de los principales yacimientos de gas del país y la producción nacional cerró diciembre con un promedio mensual 29,30 millones de metros cúbicos de gas, nivel incluso inferior a la oferta de 2025, antes de la denominada nacionalización de hidrocarburos.
Se trata de datos oficiales de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), ministerio de Hidrocarburos, procesados por la Dirección de Hidrocarburos, Minas y Energía de la Gobernación de Santa Cruz en el documento Infodatos Hidrocarburos, diciembre 2024. El promedio anual de 2024 se situó en 31,60 millones de metros cúbicos día (MMmcd).
El año 2023, el Gobierno informó que se terminó la gestión con una producción de gas de 36 MMmcd, y los datos de 2024 reflejan que no hubo una reposición, sino más bien un mayor consumo de gas para el mercado interno y la exportación. En 2014 y 2015 la producción se situaba en 59,6 y 59,5 MMmcd.
El documento del Centro Departamental de Monitoreo y Fiscalización de Hidrocarburos de la Dirección de Hidrocarburos, Minas y Energía, proporciona un análisis detallado de la producción y comercialización de hidrocarburos en Bolivia durante el año 2024.
Incluye datos sobre la producción de gas natural y líquidos (petróleo, condensado y gasolina natural) por departamento y megacampo, así como los precios de exportación del gas natural a Brasil y Argentina.
También se presentan los precios del petróleo crudo WTI y del gas natural en el mercado interno. «Además, se detalla la producción de gas licuado de petróleo (GLP) y su distribución por departamento, con base a la información de YPFB yel Ministerio de Hidrocarburos y Energías (MHE)», señala.
De acuerdo con el informe, la producción de gas del campo Margarita-Huacaya uno de los principales del país bajó de 10,83 MMmcd en enero a 9,36 MMmcd en diciembre de 2024; la producción del campo Sábalo disminuyó de 6,30 a 5,22 MMmcd y la del yacimiento Incahuasi-Aquío de 7,29 a 6,35 MMmcd y la del otrora megacampo San Alberto de 1,74 a 1,55 MMmcd. Mientras que la producción del yacimiento Yapacaní se redujo de 1,39 a 1,15 MMmcd.
Producción de líquidos
La producción de líquidos asociados al gas natural y que sirven para procesar gasolina y diésel, terminó 2024 con un nivel de 24.980 barriles, inferior a los 29.440 barriles con los que se había iniciado la gestión 2024. En 2014 se llegaba a procesar más de 60 mil barriles.
El último día del año 2024, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) dio a conocer los datos de reservas a 2022 y 2023. DeGolyer and MacNaughton Corp cuantificó y certificó reservas de hidrocarburos en Bolivia al 31 de diciembre de 2023. En la categoría reservas «probadas» registró 4,48 TCF de reservas de gas natural, mientras que en «probadas+probables» esta cifra aumenta a 4,85 TCF, y en la categoría de «probadas+probables+posibles», alcanza los 5,24 TCF.
El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, luego de conocer el informe de reservas, enfatizó que lo que sí se sabe es que todo indica que la producción del energético seguirá en franca declinación.
“Lo que sí sabemos es que la producción de gas, de condensado y de petróleo en Bolivia está en franca declinación (…) hemos terminado produciendo 29 millones de metros cúbicos día cuando en 2014, 2015 producíamos 61 millones de millones de metros cúbicos día, todas las predicciones que tenemos es que va a seguir declinando”, indicó la semana pasada.
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, opinó que la producción de gas está en declinación desde 2014 cuando se producía 59,6 MMmcd y el año pasado cayó a 31,6 MMmcd en promedio, es decir un descenso de 47%.
En 2014 se exportaba un valor de 6.011 millones de dólares y en 2014 se vendió solo 1.600 millones de dólares, un 70% menos. “Es una situación preocupante y refleja el fracaso de la política de hidrocarburos, porque sólo se cosechó y no se sembró. En los últimos 25 años, no hubo descubrimientos importantes y la tendencia ha sido de caída de producción, reservas e ingresos”, subrayó
Para Romero la caída en la producción y exportaciones, ha significado menor ingreso de divisas, disminución del crecimiento económico, crisis fiscal y ausencia de dólares, inflación y escases de diésel y gasolina.
