En Desaguadero, frontera con Perú, se registró una protesta ciudadana en rechazo al control militar contra el contrabando, lo que obligó a las fuerzas armadas a replegarse hacia puntos más alejados del río, dejando momentáneamente expuesta la zona al tráfico informal de productos hacia el país vecino.
Videos compartidos en redes sociales captaron a la población marchando y exigiendo la retirada de los militares al grito de “¡Fuera los militares!”. Durante la manifestación, algunos habitantes expresaron sus preocupaciones ante los uniformados. “Mañana ustedes se irán y el problema se queda con nosotros. Ellos (los peruanos) no van a querer reabastecernos, y después, ¿de dónde vamos a comer?”, dijo uno de los manifestantes.
Los uniformados presentes intentaron explicar que el contrabando de productos básicos como arroz, harina, y aceite hacia el Perú desabastece el mercado boliviano y contribuye a la subida de precios. Ante la tensión, las fuerzas militares decidieron retirarse hacia posiciones más alejadas del río.
El viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Luis Vásquez, explicó que la medida se tomó para reducir los enfrentamientos con los residentes locales y para reestructurar el operativo de control. “Estamos duplicando esfuerzos para evitar que productos que afectan la canasta familiar sean trasladados por rutas clandestinas. Además, el comandante de lucha contra el contrabando llegará para dialogar con autoridades locales, como el presidente de la Junta de Vecinos”, detalló el viceministro.
Vásquez destacó que, aunque el repliegue es temporal, los operativos continuarán con un control más estricto. “Esta situación obligó a la fuerza legal a replegarse más al camino para que desde ese lugar se haga un control minucioso y estricto para evitar el contrabando”, afirmó, subrayando el impacto que la actividad ilegal tiene en la economía local y los esfuerzos de las autoridades para contrarrestarla.