El municipio de San Ignacio de Velasco es el municipio más afectado por la deforestación de los bosques en Bolivia, alentado por el auge de la ganadería, vinculada a la exportación de carne de res, es una de las principales conclusiones del estudio denominado Causas, actores y dinámicas de la deforestación en Bolivia 2010-2020, realizado por el del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).
De acuerdo con el documento al que accedió EL DEBER, entre 2010 y 2022, Bolivia perdió alrededor de 3 millones de hectáreas de bosques por deforestación, con el 76% de ésta concentrada en el departamento de Santa Cruz. Los causantes son la expansión de las colonias menonitas, la habilitación de tierras por parte de empresas agrícolas, y los asentamientos de colonizadores nacionales mecanizados, denominados hoy como “interculturales”.
Los investigadores Robert Müller, Juan Carlos Montero y Gustavo Mariaca, analizaron las causas de la creciente deforestación en Bolivia, e identificaron que el 57% de las áreas deforestadas se destinaron a la ganadería, el 33% a la agricultura mecanizada y el 10% a la agricultura a pequeña escala.
“En los últimos dos años, Bolivia ha registrado tasas de deforestación que superan las 350.000 hectáreas anuales, con un notable aumento en la región de la Chiquitanía, siendo San Ignacio de Velasco el municipio más afectado”, sostiene el estudio.
La investigación destaca diversas dinámicas responsables de este fenómeno, entre ellas el auge de la ganadería impulsado por la apertura de mercados internacionales, como el chino, que ha fomentado inversiones masivas en el sector. El documento señala que un 41% de la deforestación reciente ha ocurrido en tierras de producción forestal permanente (TPFP), áreas protegidas que han sido objeto de desmontes gracias a políticas que buscan promover la expansión agropecuaria incluso en estas áreas.
Los resultados del estudio coinciden con estadísticas agropecuarias que muestran un crecimiento acelerado de la ganadería y la agricultura mecanizada en el país.
“Este avance, no obstante, plantea serias preocupaciones sobre el equilibrio entre el crecimiento de la producción y la sostenibilidad ambiental”, manifestaron desde el Cedla.
“Frente a esta situación, el estudio presenta también un análisis cualitativo acerca de las dinámicas de la deforestación que se darían en el país en el corto plazo, poniendo en debate aspectos relevantes que las políticas públicas deberían tomar en cuenta en relación a la deforestación y la producción agropecuaria”, consideró el organismo.
La publicación del documento coincide con los informes oficiales, que dan cuenta que en Bolivia ya se han quemado más de 10 millones de hectáreas en el país, siendo Santa Cruz el departamento más afectado, con el 60% de sus bosques consumidos por las llamas. El común denominador son los avasallamientos de grupos de ‘campesinos interculturales’ ligados al partido de gobierno que, según investigaciones independientes, se dedican al tráfico de tierras.