Una ola de calor y la humareda causada por los incendios forestales causaron la muerte de 2,3 millones de pollos en Santa Cruz.
El ejecutivo de la Asociación Nacional de Avicultores (ANA), Omar Castro, informó que la mortalidad de aves ha aumentó hasta un 11 por ciento, lo que agrava la situación de escasez y eleva el costo.
Según Castro, en situaciones previas, una variación del 5 o 6 por ciento en la producción ya generaba ligeros aumentos en los precios, pero ahora, el déficit es mucho mayor debido a las condiciones climáticas extremas.
La carne de pollo se cotiza por encima de los 15 bolivianos el kilo Santa Cruz y 17 bolivianos en Cochabamba.
Técnicamente, las altas temperaturas y la humareda dificultan que las aves disipen el calor. Al empezar a respirar por el pico para regular su temperatura, los pollos inhalan microorganismos que afectan su sistema inmune, impidiendo que engorden en los tiempos normales. El periodo de engorde, que suele durar entre 39 y 40 días, ahora se ha extendido, lo que retrasa la oferta de carne en el mercado.
En la misma línea, Jorge Silva, viceministro de Defensa al Consumidor, advirtió sobre el impacto de los incendios en la producción alimentaria, señalando que miles de aves han muerto por la inhalación de humo, afectando la oferta de carne de pollo y elevando los precios. Silva explicó que el estrés causado por el humo también afecta al ganado bovino, que «no engorda, se enflaquece», contribuyendo a la reducción de la producción de carne de res y al aumento de su precio.