El ministro de Justicia, Iván Lima, informó este miércoles que la subvención a los hidrocarburos en Bolivia alcanzará los 4.000 millones de dólares este año, una cifra que duplica a la que se registró el 2023 cuando esta subvención llegó a los 1.821 millones de dólares
Lima subrayó que esta cantidad, en lugar de ser destinada a la subvención, podría haberse utilizado para abordar otras necesidades prioritarias en el país. «El pueblo boliviano debe saber que este año la subvención va a tomar 4.000 millones de dólares que podrían bien destinarse a otras temáticas en el país», explicó Lima
En 2023, el Gobierno asignó 12.678 millones de bolivianos, equivalentes a aproximadamente 1.821 millones de bolivianos, para cubrir la subvención a los hidrocarburos.
Esta cifra representa un aumento significativo del 66% en comparación con lo que se había proyectado originalmente en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2023, que era de 7.642 millones de bolivianos.
De acuerdo con los datos proporcionados en febrero de este año por el ministro de Economía y Finanzas Públicas, los recursos asignados para la subvención a los hidrocarburos, 12.477 millones de bolivianos se destinaron específicamente a cubrir los costos de diésel y gasolina. Los 202 millones de bolivianos restantes fueron empleados en incentivos y otros gastos relacionados.
En comparación, en 2022, la subvención a los combustibles representó un desembolso para el Estado de 1.700 millones de dólares, lo que equivale a 11.830 millones de bolivianos.
Este incremento de más del doble en un solo año pone de manifiesto la creciente presión que la subvención ejerce sobre las finanzas públicas, llevando a un debate sobre la sostenibilidad de esta política en el largo plazo y la convocatoria a un referendo que, entre otras preguntas, consultará a la población si se mantiene la subvención o no.