En una extensa jornada marcada por el trámite de la ley de suspensión excepcional de las elecciones primarias, el Senado guardaba aún una sorpresa más. Al final de la sesión, los senadores aprobaron una declaración cameral contra el intento de vulneración a la constitución.
En concreto, la decisión de los legisladores hace alusión al recurso abstracto de inconstitucionalidad que el diputado Juan José Jauregui presentó ante el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP). Una acción que permitiría al presidente Luis Arce actuar por encima de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).
La declaración contiene dos puntos en su resolución. Primero repudia «la acción de inconstitucionalidad abstracta presentada el 10 de julio de 2024 por el diputado Juan José Jauregui por intentar vulnerar el precepto constitucional establecido en el artículo 411».
Además, insta al diputado a «retirar la señalada acción para no afectar el estado de derecho», ya que su validación supone la anulación de competencias a los legisladores.
En el segundo punto, el Senado expresa su «rechazo a toda intención del órgano ejecutivo de llevar a cabo un referéndum para la modificación de la Constitución». En ese mismo punto recalca que cualquier modificación en la constitución «copete al órgano legislativo».
El documento fue respaldado por 21 senadores de los 25 presentes en sala.
La declaración cameral se califica de «interpretación formada» la posición asumida por Jauregui.
Alude a las preguntas presentadas por el presidente Luis Arce para el referéndum y detalla que las dos últimas consultas «tienen relación con aspectos constitucionales» y «suponen una reforma parcial de la Constitución».
El documento considera que «la acción abstracta quiere facilitar esa reforma vulnerando las funciones de la ALP».
Además, califica como «trasfondo oscuro» el interés de ala arcista por viabilizar esta acción de inconstitucionalidad ya que «abre la puerta para que el presidente pueda modificar parcialmente la Constitución» sin ningún contrapeso. En sí, concluye, supone “una modificación encubierta” fruto de un acto de «mala fe».