En días pasados se conoció que Bolivia había obtenido, el año 2023, 11 puntos sobre 100 en transparencia presupuestaria, según la Encuesta de Presupuesto Abierto que se aplica a nivel internacional y que ubica al país en el penúltimo lugar de Sudamérica, solo por encima de Venezuela.
La Fundación Jubileo, que es la encargada de aplicar la encuesta en Bolivia, hizo una presentación pública de los resultados este martes en La Paz, donde explicó que Bolivia obtuvo esta calificación de “aplazo” porque no presentó o los presentó de manera tardía, para el acceso público, seis de ocho documentos que son evaluados por el estudio.
Los dos únicos documentos que presentó son el Presupuesto aprobado y el informe de fin de año. En cambio, no puso a disposición del público o los puso de manera tardía, el documento preliminar, el proyecto de presupuesto antes de su aprobación, el presupuesto ciudadano, los informes que se entregan durante el año, la revisión de mitad de año y el informe de auditoría.
El analista de la fundación Jubileo, René Martínez, explicó el estado en el que quedaron estos requisitos: El documento preliminar, que contiene los pronósticos para el año siguiente, no fue publicado de manera oficial; el proyecto de presupuesto del Ejecutivo, que debe ser dado a conocer antes de su aprobación en la Asamblea, no fue presentado, lo que provocó la caída de Bolivia en el índice; el presupuesto ciudadano, que contiene información en formato accesible para todo público, fue presentado tarde; los informes durante el año no fueron expuestos en línea de manera oportuna; la revisión de mitad de año no se hace y el informe de auditoría tampoco se hace.
Por eso, “nuestro país tiene una nota de aplazo en el indicador de transparencia porque ha registrado 11 sobre 100 y el promedio global es 45 sobre 100”, explicó el analista Martínez.
La encuesta se aplica desde 2012, cada dos años, por lo que, hasta ahora, se han hecho seis mediciones. La calificación de Bolivia ha rondado entre el 10 y el 20% y, en esta última ronda ha caído de 20 a 11 por no haber publicado el proyecto de presupuesto y haberlo enviado directamente a consideración de la Asamblea.
Martínez considera que la transparencia en el presupuesto es crucial porque de esa manera se podría saber dónde y cómo se están invirtiendo los recursos del país. “Todos sabemos lo que ha sucedido con los recursos de la bonanza, pero no hemos conocido a detalle en qué se han orientado estos recursos, se dice que el gas se ha hecho gas”, comentó Martínez en la presentación.
Pero, Bolivia no sólo se aplazó en transparencia, también lo hizo en participación, con sacó 15 sobre 100 puntos. Según Martínez, el requisito de la participación para el gasto y la inversión está en la Constitución, pero en Bolivia no se aplica.
El otro ítem calificado es la vigilancia y tiene que ver con el trabajo de la Asamblea. Ahí Bolivia sacó 41 sobre 100 puntos.
La Fundación Jubileo también hace recomendaciones para evitar que Bolivia vuelva a caer en este índice, por ejemplo, que publique el proyecto de presupuesto, que desagregue la información por sectores económicos, además de la finalidad y la función, entre otros.BD/