Respecto a la Libertad Económica en el mundo, los que lideran el ranking son Singapur, Suiza, Irlanda y Taiwán, en los últimos lugares se encuentran Sudán, Venezuela, Cuba y Corea del Norte. Bolivia con bajo puntaje y se ubica entre los últimos de las naciones del mundo, según el informe internacional de Heritage Foundation.
En el caso de Latinoamérica y el Caribe, los países con mayor libertad económica son Chile, Uruguay y Costa Rica; caso contrario están Bolivia, Venezuela y Cuba, ocupando los últimos lugares de la región y el continente.
Bolivia ocupa el puesto 165 de 169 países clasificados a nivel mundial y el puesto 30 de 32 a nivel regional, en los últimos puestos de ambos rankings. Con una puntuación de 43,5/100, un 0,1 mayor al 2023, lo cual es reflejo del grave problema en derechos de propiedad, integridad gubernamental, eficacia judicial, carga impositiva, gasto gubernamental y otros factores que son analizados y evaluados por este organismo internacional, de acuerdo al análisis del presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero.
El puntaje de libertad económica del país es inferior a los promedios mundiales y regionales. La economía de Bolivia se considera “reprimida” según el índice de 2024, de acuerdo a la entidad encargada de realizar la encuesta.
Los cimientos de la libertad económica en Bolivia siguen estando gravemente obstaculizados por problemas estructurales e institucionales. El sistema judicial es vulnerable a la interferencia política, la corrupción prevalece y el Estado de Derecho es débil. La creciente presencia del Estado en la actividad económica ha alejado cada vez más a la economía de la apertura del libre mercado. La libertad empresarial, en general, se mantiene prácticamente sin cambios y en un nivel bajo. El código laboral está obsoleto y es oneroso. El Gobierno mantiene controles sobre los precios de productos como el azúcar, el maíz y el pan, así enumera la situación de la economía boliviana el organismo internacional.
Inversión
Los problemas señalados por el organismo internacional frenan la actividad económica privada, las inversiones extranjeras bajan y las nacionales se reducen, debido al clima incierto sobre la seguridad jurídica.
La Fundación Milenio cree que la falta de Inversión Extranjera Directa (IED) en Bolivia es un problema grave que está frenando el crecimiento económico del país. La fundación señala que la IED cayó un 12% en 2022, a sólo 310 millones de dólares. Esto se debió principalmente a una desinversión en el sector de hidrocarburos.
Milenio identificó tres factores por la que la inversión bajó en el país: Un clima de inversión incierto, una falta de infraestructura y una burocracia lenta y engorrosa. Mientras economistas y empresarios de Bolivia señalan la presión tributaria y falta de seguridad jurídica.
Por ello, recomienda tres sugerencias para mejorar el clima de inversión en el país: Una mayor estabilidad política y económica, una inversión en infraestructura y una simplificación de la burocracia.
Reducir el Estado
Para el economista Dante Pino, cuando más chico el Estado, más grande es la libertad del pueblo.
Mientras para Jaime Aparicio Otero el presidente de Paraguay, Santiago Peña, vino a La Paz a invitar a empresarios bolivianos para que inviertan en su país que ofrece garantías de seguridad jurídica inexistentes en Bolivia. La economía paraguaya está en bonanza y atrae inversiones de la región y de Europa.
