El presidente de la Confederación Nacional de Cañeros de Bolivia, Oscar Alberto Arnés, se refirió a la situación de los precios de algunos productos de la canasta familiar a raíz del fenómeno del Niño, y descartó una modificación de precios en el azúcar.
“El precio no tendría que subir al consumidor final”, dijo a Erbol, precisando que el precio del quintal está entre 260 a 270 bolivianos, dependiendo del lugar donde se lo compre.
Indicó que, en una coyuntura como la actual, hay algunas incidencias, pero que “lamentablemente esto lo producen los intermediarios, no los productores. Si hay alguna subida de precio en el quintal de azúcar al consumidor final, es ganancia para los que están intermediando o comercializando el azúcar”.
“A nosotros como productores les digo que no hemos subido el precio desde 2012. El consumidor final no tiene que comprar a más de 6 bolivianos el kilo de azúcar. Entonces, estamos dentro de un margen que se ha estabilizado desde el año 2012. Nosotros estamos viendo ese tema, que los comerciantes y los intermediarios están en esa tarea de querer seguir ganando lo mismo que ganaban antes”, manifestó.
Dijo que los cañeros, gracias al precio internacional del azúcar, como productores lograron recuperar el precio, pero de ahí a subir el precio del quintal de azúcar en Bolivia, no hay razón, comentó.
Recordó que, en sus buenos momentos, cuando había bastante azúcar excedentaria, se había bajado el precio del quintal. Sin embargo, admitió que como productores se encuentran en una etapa crítica. Dijoque hay demanda de etanol y muchos cañeros han desaparecido, lo que ha obligado a subir la producción de caña.
En torno al Ingenio Azucarero de San Buenaventura, sostuvo que la Comisión Nacional Cañera tomó contacto con algunos cañeros de aquella región que, por cierto, son muy pocos, ya que el ingenio maneja todo.
Estima que hay 30 días de zafra para obtener 300.000 hectáreas que no producen más de 300.000 quintales. Dijo que “es un elefante blanco, pues no, que se ha creado ahí. Lamentable la posición de ese ingenio por allá. Tal vez debería ser un ingenio más chico”, manifestó.