La libre exportación puede aliviar la relativa escasez de dólares en el mercado nacional, pero los frenos burocráticos impiden aumentar las ventas al exterior. El Gobierno a través del ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, espera que las exportaciones de productos agropecuarios generen divisas, que sufrieron retrasos por los fenómenos climáticos.
El pasado miércoles, Montenegro dijo que habrá más ingresos de divisas por la normalización del período de cosecha del grano de soya, que se exportará torta de soya, aceite comestible, así como por la venta de azúcar.
En el caso de lácteos, se abrió un espacio en el mercado de Chile, pero también para la carne. “Se presenta un escenario de más llegada de divisas”, aseguró ante los periodistas a tiempo de mencionar que también está la venta de carbonato de litio, para mayor entrada de divisas.
Paralelamente, analizan la implementación de más medidas para que ingresen divisas a la economía nacional y una de ellas es que se perfeccione con los exportadores la devolución de los Certificados de Devolución Impositiva (Cedeim).
Comercio
Las exportaciones en valor cayeron en 7% y en volumen 5% en el primer trimestre de 2024, respecto a similar período de 2023, mientras que las importaciones también sufrieron una reducción de 7% y 4%, respectivamente.
Los precios en el primer trimestre cayeron 20% en promedio, sostuvo el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (Ibce), Gary Rodríguez, a tiempo de indicar que está caída tiene solución, tiene que ver con mayor productividad y competitividad, pero se requiere trabajo conjunto público-privado.
Hace cinco años planteamos un pacto social productivo para evitar llegar a esto, la crisis que se vive con la escasez relativa del dólar, así como con el alza de precios de los productos alimenticios, lamentó.
Por ello, sostiene que se tiene que trabajar en la competitividad, la apertura de mercados, facilitar la exportación y brindar seguridad jurídica a la inversión en especial aquella destinada al sector productivo.
Rodríguez aboga por la libre exportación para generar mayores divisas para el país, también los exportadores exigieron este pedido y lamentaron la burocracia en las entidades públicas, que frenan las ventas.
Los exportadores presentaron una propuesta para agilizar la devolución de los Cedeim, pero el ministro Montenegro dijo que todavía no es la que requieren para mejorar el mecanismo de perfeccionamiento de esta modalidad.
¿Cuál sería la mejor opción para generar divisas, endeudarnos más como país o exportar más?, preguntó Rodríguez y se inclina por la segunda alternativa, pero requiere condiciones el sector agroindustrial para revertir la actual situación de escasez relativa de divisas en el corto plazo, de seis meses.
Una medida anunciada sobre los swap, intercambio de monedas, con China y Brasil, debería ampliarse a Europa, de esta manera se aliviaría un poco la situación del país, además toda alternativa de solución es bienvenida, apuntó.
Dólar
Rodríguez señaló que el dólar barato en el mercado formal es muy escaso, y más el costo de la transferencia hacia el exterior, el valor de la divisa extranjera se encarece y llega tranquilamente a los 7,60 bolivianos.
En el mercado cambiario, el tipo de cambio oficial llega a 6,96 bolivianos por dólar, pero está escaso y en el mercado negro la cotización bordea los 8,50 bolivianos y dependiendo del lugar, puede llegar hasta 9 bolivianos, indicó.
La escasez del dólar en el mercado nacional se observa en la desesperación del Gobierno al observar que el Tesoro General de la Nación (TGN) puso bonos en la Bolsa Boliviana de Valores al 12,8% de interés y con un mantenimiento de valor de 3 años, según ANF.
A mayor tasa de interés, mayor es el riesgo de devolución, de acuerdo a economistas, pues los porcentajes por lo general alcanzan a 6% o menos tal vez, que reflejan la confianza de devolución.
Productos y potencial
Rodríguez apuesta por una agenda público-privada para que se materialice la atención al sector productivo, debido a su enorme potencial para la producción de alimentos a nivel nacional, tanto oriente como occidente.
El mundo seguirá demandando alimentos, y Bolivia tiene el potencial, con sus pisos ecológicos; pero la tierra es finita y el agua escasa, los efectos del cambio climático, así como las enfermedades, pueden crear una tormenta perfecta que puede provocar una crisis social por la escasez de productos agrícolas.
El país necesita seguridad jurídica para las inversiones en el campo, mercado libre de exportación y que el Gobierno escuche al sector, reiteró.
Recordó que las exportaciones de productos agropecuarios alcanzaron los 3,5 millones de toneladas, el volumen puede incrementarse más, pero requiere seguridad jurídica.
La libre importación de diésel debería aplicarse y sin pagar el Impuesto al Valor Agregado (IVA), tomando en cuenta que el país tiene déficit de este combustible, de esta manera el Gobierno reduciría sus gastos.
También habló de la biotecnología, que más que en el plano técnico, el tema se trata en lo político, con perjuicio al sector productivo que tiene que enfrentar los efectos del clima sin resultados positivos, pues registra reducción de producción.
Informó que el primer trimestre la exportación de soya cayó en 113 millones de dólares, 185.000 toneladas menos, y la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo) estima una cifra de 800.000 toneladas que no se cosechará por causa de la sequía, lo que significa que alrededor de 500 millones derivados del grano no entrarán al país.
Se pudo evitar los efectos de la sequía con la biotecnología, pero la demora en la aprobación de la normativa, reduce la producción de alimentos, resaltó.
China ya aprobó una semilla transgénica de soya que soporta la sequía, cuyo producto fue elaborado por una empresa argentina.
La idea es aumentar la oferta de productos, indicó a tiempo de señalar que el incremento de precios obedece a la caída de la oferta y al aumento del dólar, por lo que se tiene que producir más para cubrir la demanda del mercado interno y externo.