Al sector agropecuario del país le preocupa la sequía y los avasallamientos de tierras privadas, por ello consideran que estos temas deben ser prioridades en la atención de las entidades subnacionales, dijo el presidente de la Conferencia Nacional de Agricultura de Bolivia (Confeagro), José Luis Farah.
Según el dirigente, se siente con rigor el cambio climático que tiene su impacto en la provisión de agua para riego y consumo animal.
«Tenemos que pensar que cada vez los momentos de sequía serán más largos. Entonces los tres niveles de gobierno (central, departamental y municipal) deben apoyar con agua a los agricultores que producen alimentos. Sin productores no hay alimentos», declaró Farah a EL DEBER.
A su criterio, las entidades subnacionales tienen que priorizar proyectos de acopio de agua que ya lo están haciendo en otros países y en Bolivia no tenemos que estar inventando la «pólvora».
Farah junto al directorio de la Confeagro se reunió con el alcalde Johnny Torres y encabezaron un encuentro sectorial para reactivar la Cámara Agropecuaria de Tarija (CAT).
Asimismo, el ejecutivo consideró que otra prioridad es la protección estatal de las tierras privadas para frenar los avasallamientos en Santa Cruz y otras regiones del país.
«El avasallamiento es condenable y no puede existir en Bolivia. No pueden ingresar a una propiedad privada que por ley corresponde a una persona que vive y trabaja para producir alimentos», expresó.
En opinión de Farah, el Estado debe aplicar las leyes vigentes para sancionar a los avasalladores no solo en Santa Cruz, sino en otras regiones del país, donde se registran el ingreso intolerable a propiedades privadas.
La Confeagro desconoce la cantidad de superficie avasallada por personas inescrupulosas.
«La gente avasalladora debería estar presa. En Bolivia solo aplicando la Ley y metiendo preso a los cabecillas se podrá frenar los avasallamientos», manifestó Farah.