El Gobierno informó que la cantidad de litio cuantificado que tiene el país aumento de 21 a 23 millones de toneladas. “Somos la mayor reserva de litio en el mundo y tenemos que saberla manejar inteligentemente para explotar y transformar esto recurso”, lo confirmó el presidente Luis Arce, durante los actos festivos por la fundación de municipio de Coipasa (Oruro).
Sin embargo, los analistas consultados precisaron que hablar de ´reservas’ es un error y que lo correcto es señalar que el país cuenta con recursos medibles y aún está lejos de tener reservas certificadas.
Fue el viceministro de Exploración y Explotación de Recursos Energéticos, Raúl Maita, que aclaró que lo que tiene el país son recursos de litio medidos o cuantificados y que las reservas hacen alusión a una porción de esos recursos, “un paso que se debe dar mediante los estudios que encare Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB)”.
Maita precisó que el aumento de los recursos medibles de litio son el resultado de los trabajos de exploración (perforación) que YLB se realizó en los salares de Coipasa (Oruro) y Pastos Grandes (Potosí).
“En el periodo 2021-2022 en el salar de Coipasa se realizaron 53 perforaciones, cuando en la misma región entre 2013 y 2015 se hicieron 21 perforaciones. En Pastos Grandes no se hizo ningún trabajo, pero en 2021 y 2022 se realizaron 25 trabajos exploratorios. Entonces es a partir de estos datos podemos explicar el aumento de los recursos cuantificados de litio en el país”, remarcó Maita.
El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, informó que durante las gestiones 2022 y 2023 se encaró trabajos exploratorios en toda la extensión del salar de Coipasa, cuya “evaluación de recursos arrojó un importante resultado e incorporación de recursos de litio a la reserva nacional”.
Molina destacó que YLB ejecuta un programa de exploración y cuantificación en los salares de Pastos Grandes, Cañapa, Capina, Chiguana y Empexa, que permitirán incrementar aún más los recursos de litio en territorio nacional.
Observaciones técnicas
Carlos Delius, expresidente de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), puntualizó que es importante que el Gobierno informe con precisión y no confunda a la opinión pública con términos que no se corresponden a la realidad.
“Es importante distinguir recurso de reserva, en conformidad con la definición de la industria minera, esto ocurre, cuando el recurso puede ser explotado con la tecnología disponible y bajo las condiciones económicas prevalentes. En el caso boliviano aún eso no está confirmado”, dijo Delius.
Que precisó que nos centramos en recursos, ahora Bolivia tiene 23 millones de toneladas de litio, Argentina y Chile 11 millones de toneladas y Australia 7,9 millones de toneladas de litio.
“Ahora si hablamos de reservas de millones de toneladas de litio, Chile tiene 9,3, Argentina 2,7 y Bolivia cero. De un total de 26 millones de toneladas de litio a escala mundial, tanto de origen de salmueras, rocas y arcillas”, precisó Delius.
A tiempo de remarca que si Bolivia logra convertir sus recursos en reservas, tendría junto con Argentina más de 20 millones de toneladas de litio cada uno, “es decir que, ambos países con sus reservas serían capaces de sostener al ritmo de consumo de 2022 que fue de 130 kilotones, por trescientos treinta y seis años”.
Diego von Vacano, analista en temas del litio, lamentó que el jefe de Estado no sepa la diferencia entre lo que son los recursos y las reservas, a tiempo de preguntarse de donde saca la cifra de que aumentaron los recursos de litio en dos millones de toneladas.
“Por lo general cuando se habla de los 21 millones de toneladas de lito se hace referencia al Instituto de Geología de Estados Unidos, pero de estas nuevas cifras no hay una fuente especializada que la convalide”, sostuvo von Vacano.
Que subrayó que otro aspecto que se debe hacer notar es que en la actualidad el país no cuenta con reservas cuantificadas y menos con reservas certificadas. Pues para llegar a esta instancia se debe confluir con la firma de un acuerdo que asegure recursos (dólares), tecnología, recursos humanos, infraestructura y sostenibilidad. Para así lograr que una institución especializada internacional y reconocida haga un trabajo serio y certifique las reservas que pueden ser explotadas industrial y comercialmente.
En cuanto al trabajo realizado por YLB, von Vacano subryó que la empresa pública no cuenta con la tecnología adecuada para realizar los estudios geológicos pertinentes para hacer un estudio de exploración, no para certificar las reservas de litio para su industrialización, “pues si lo tuviera sería transparentes con sus métodos y datos”.
“La cuantificación la tienen que hacer una institución certificada. Aquí lo hizo solo YLB con 53 perforaciones. En el ámbito internacional comercial interesa la certificación. YLB no tiene la capacidad de certificar. Además, se esperaba más de dos millones de toneladas de litio en Coipasa y Pastos Grandes”, remarcó.
Entre tanto Arce insistió que el Gobierno nacional está empeñado en la industrialización y uno de los recursos estratégicos es el litio; tenemos empresas interesadas en explotar y transformar el litio boliviano, al ser un recurso estratégico y demandado en el mundo.
Informó que países de la Unión Europea expresaron su interés de adquirir este recurso, invertir y participar en el proceso de industrialización, que traerá mucho desarrollo y crecimiento para el pueblo boliviano.
Maita reiteró que el litio no será entregado a las empresas con las que se está en una etapa de estudios de factibilidad, “pues Bolivia es dueña de esos recursos”.