12 de noviembre de 2019. Balcón del Palacio de Gobierno de la plaza Murillo. Luis Fernando Camacho, el cívico, festeja junto a la presidenta transitoria Jeanine Áñez. Él sujeta la Gran Biblia con la cual llegó a la ciudad de La Paz para dar los “santos óleos” al gobierno de Evo Morales.
6 de julio de 2023. Casi cuatro años después. Luis Fernando Camacho, el gobernador de Santa Cruz, tiene la autorización de un juez para salir de la cárcel de Chonchocoro, si hay escoltas disponibles, para participar del Consejo Nacional de Autonomías, en la Casa Grande del Pueblo.
Este jueves se reúnen el presidente Luis Arce, gobernadores, autoridades municipales y otras regionales en el Consejo. Evaluarán los avances para el Censo del 23 de marzo de 2024. Una instancia a la que Camacho no asistió en otras invitaciones, pero ahora puede ser la excepción.
El gobernador que en 2019 lideró las protestas cívicas que cavaron el derrocamiento del entonces presidente Evo Morales, se encuentra en el penal paceño desde diciembre de 2022, con detención preventiva, en el marco de las investigaciones del caso Golpe de Estado I.
La caída del líder cocalero se consumó el 10 de noviembre de 2019, asfixiado por las denuncias de fraude en las elecciones generales, las movilizaciones cívicas, un motín policial que se esparció como reguero de pólvora y la presión del Alto Mando de las Fuerzas Armadas.
El gobernador Luis Fernando Camacho, cuando fue aprehendido en 2022.
Camacho allanó el camino al poder de Áñez, tras reuniones extralegislativas que hoy son indagadas en el caso Golpe de Estado I. La ahora exmandataria se encuentra en la penitenciaría de Miraflores y tiene una sentencia en primera instancia en el caso Golpe II: 10 años de prisión.
Camacho
Este caso se refiere a la autoproclamación de la exsenadora opositora el 12 de noviembre de 2019. Según la Fiscalía, tomó las riendas del Estado en una sesión legislativa que no contó con el quórum respectivo y, además, no respetó el reglamento de debates de la Cámara Alta.
Ese día, Camacho apareció con ella en el balcón del Palacio de Gobierno, celebrando el adiós de Morales. Pero, al poco tiempo, la luna de miel entre el entonces líder cívico cruceño y Áñez acabó. ¿La causa? Se venían las elecciones de 2020 y no caben dos en la silla presidencial.
Primer quiebre: la salida del gabinete de la ficha de Camacho, Jerjes Justiniano, ministro de la Presidencia. Segundo quiebre: a Áñez le gustó el traje presidencial y decidió lanzarse como candidata. Una cuchillada a Camacho, que se veía como la carta ganadora de los exopositores.
El ahora gobernador cruceño no pisó desde ese 2019 la plaza Murillo. Uno de sus últimos arribos a la ciudad de La Paz, libre, fue en la feria de Alasita del siguiente año, cuando vino a inscribir su alianza, Creemos, ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Pero no tiene un buen recuerdo.
Ese 24 de enero fue abucheado en la feria de la miniatura. Personas le gritaron “oportunista”, “racista”, “asesino”… Le lanzaron varios objetos. Nada de miniaturas. Le llovieron choclos, frutas, botellas… Al menos, un choclo le llegó. Y Camacho fue rescatado por su seguridad.
Retorno
Luego, reapareció en La Paz para su campaña presidencial. Sin embargo, con el retorno del Movimiento Al Socialismo (MAS) al poder, en noviembre de 2020, con Luis Arce como presidente, Camacho borró definitivamente de su mapa de visitas a esta región. Más aún, sectores opositores al gobernador incluso le advirtieron por si se animaba a aterrizar en la sede de gobierno.
No quiso venir para declarar ante la Fiscalía, ni a las citas del Consejo de Autonomías. Eso cambió en diciembre de 2022: fue aprehendido en Santa Cruz y trasladado a suelo paceño. Lo más cerca que estuvo de la plaza Murillo fueron las celdas de la Policía, en la avenida Sucre.
Ahora, desde la Gobernación cruceña han abierto la puerta a que asista a la reunión del Consejo prevista para este jueves, bajo la dirección del presidente Arce, en la Casa Grande del Pueblo. Por lo visto, ahora sí Camacho tiene todo el interés de ser parte de este encuentro.
Un juez de Santa Cruz señaló el miércoles que si hay escoltas disponibles, el gobernador puede salir de Chonchocoro para ser parte de la evaluación del Censo de 2024. No obstante, desde la Dirección Nacional de Régimen Penitenciario se indicó que no llegó ninguna orden al respecto.
O sea, este jueves se dilucidará si la autoridad departamental retorna casi cuatro años después al epicentro del poder político. Ahora no podrá hacerlo con la Gran Biblia, ni con un baño de multitudes como en 2019. Sino como Luis Fernando Camacho, el gobernador encarcelado.