Las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) dejarán Bolivia en mayo, tras 26 años de operaciones de manejo privado de los aportes para la jubilación. El Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) revelaron que las administradoras privadas cobran más por comisiones y experimentaron bajos rendimientos en desmedro de los jubilados.
En Bolivia fueron parte impuestas en el marco de una serie de reformas que encaró el primer gobierno del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada, ahora prófugo de la justicia por la masacre de 2003. Pese a la resistencia de la clase trabajadora de ese entonces, empezaron a operar en reemplazo de un sistema de jubilación solidario.
Llegaron con la promesa de mejorar la renta de jubilación de quienes, desde 1997, empezaron a aportar de forma individual.
Sin embargo, un estudio del BID, en el periodo de 2000 a 2016, estableció que el promedio de rendimiento de las AFP de América Latina, entre ellas Previsión y Futuro de Bolivia, fue de 2,7%, que es menor a la de la bolsa de New York que fue del 6,9%.
No solo eso, otro informe del Banco Mundial determinó que las comisiones que cobran las AFP en América Latina son del 1,5% en promedio, más alto del promedio mundial que es del 0.5%.
En Bolivia, las AFP cobran cuatro comisiones por la administración de los fondos de jubilación: el 0,5% del total ganado de cada asegurado, 1,31% del total de pensión de cada jubilado, 0,85% del fondo de riesgos y 0,2285% de los portafolios administrados.
Desde mayo dejarán de operar las privadas y empezará a prestar servicios la estatal Gestora Pública de la Seguridad Social de Largo Plazo con un beneficio de inicio: la anulación del pago del 1,31% de aporte del asegurado.
“Los trabajadores han perdido dinero debido a la mala gestión de las AFP”, se asegura a partir del balance de los costos de administración y rentabilidad.
Los bolivianos en Bolivia pueden jubilarse a los 58 años, en el caso de hombres, y a los 55 en el caso de mujeres. La Gestora Pública se encargará de la administración de los aportes y de pagar las correspondientes rentas, lo que está, según el gerente Jaime Durán, garantizado.
A diferencia de lo que ocurre en la realidad boliviana, la edad mínima para jubilación en países desarrollados y europeos está en los 65 años, pero la tendencia es ampliarla a los 67. No solo eso, sino que, por ejemplo, en Chile el promedio de pensión es de alrededor de $us 213.
Mientras que en México solo el 22% de los trabajadores tienen acceso a un plan de pensión y solo reciben el 20% de su salario.