Después de que el Gobierno central anunciara la aplicación de restricciones a la venta de combustibles para frenar el contrabando de carburantes, el Ministerio de Hidrocarburos informó el domingo que los vehículos de uso público y privado que cuenten con el registro B-Sisa no tendrán problemas en el carguío de gasolina y diésel.
La anterior semana, el Ministerio de Hidrocarburos anunció la entrada en vigencia de un decreto supremo que limita la venta de combustibles. La medida nace como un mecanismo de control para evitar que los carburantes que importa Bolivia sean desviados al contrabando.
Desde el 2004, el país subvenciona el consumo de gasolina y diésel en el país. Esto genera grandes gastos al Estado, que durante más de 14 años ha usado las Reservas Internacionales Netas (RIN) para cubrir este compromiso. El año pasado, el Estado gastó más de $us 1.700 millones
En este contexto, las medidas dispuestas para controlar el mercado de venta de hidrocarburos permitirán ahorrar $us 250 millones este año y neutralizar el desvío de al menos 250 millones de litros de combustible destinados a las actividades ilegales, informó el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, según reporte de la agencia ABI.
El Decreto 4910 busca luchar contra el contrabando e iniciar acciones de control, fiscalización y regulación por parte de distintas instituciones del Estado, donde las Fuerzas Armadas y Policía harán la parte operativa, explicó en Bolivia Tv.
Un estudio previo ya identificó las zonas llamadas de riesgo, que no solo están en las fronteras, sino también en algunas ciudades intermedias. En estas regiones estarán focalizadas las tareas de interdicción al contrabando.
El combustible también es desviado para autos “chutos o ilegales” y la minería ilegal. Otra área de acción, precisamente, será la reventa de combustibles con el registro, por ejemplo, de productores agropecuarios y la prohibición de venta a menores de 18 años.
Vehículos registrados
La autoridad aseguró que los vehículos públicos y privados con el registro B-Sisa no tendrán ningún problema en el carguío de combustible.
El Sistemas de Autoidentificación (B-SISA) permite al Estado conocer en detalle el flujo, el destino y los volúmenes que diariamente se comercializan a través de las estaciones de servicio.
El B-Sisa usa la tecnología RFID (de radiofrecuencia) que permite a sus usuarios a obtener un mini extracto respecto de cuál fue su comportamiento como consumidor de combustibles en un determinado lapso de tiempo.
Fue implementado en 2013 y tiene como objetivo evitar su desvío hacia otras actividades ilegales como la fabricación de droga, la explotación ilegal de madera y de oro con maquinaria clandestina alimentada con combustible subvencionado.