El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, aseguró ayer que la economía boliviana “está bien”, porque hay estabilidad de precios de los sectores dinámicos y aseguró que Bolivia no necesita del Fondo Monetario Internacional (FMI) para encarar eventuales problemas de solvencia.
La autoridad retrucó también el criterio de la calificadora norteamericana Ficht Ratings, que previno a Bolivia una perspectiva negativa de la economía por el agotamiento de las reservas y la falta de claridad sobre el funcionamiento del actual modelo económico del presidente Luis Arce.
Sostuvo que una calificación de riesgo justa y equilibrada debería contrastar lo que ocurre internamente en Bolivia con lo que está pasando en el mundo. “En este momento, Bolivia tiene la inflación más baja del mundo, el precio de los energéticos y los servicios son estables, hay una baja en la tasa de desempleo y un incremento de las recaudaciones y eso significa que la economía va marchando de manera adecuada”, comentó.
Indicó que, si la economía no estaría bien, no habría movimiento económico, no se estaría reduciendo la pobreza y el precio del pan y otros servicios estarían subiendo.
En relación con la escasez de divisas, afirmó que es un problema de liquidez temporal, pero que ha sido resuelto por el Banco Central con la venta directa en las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
“Tenemos aún el permiso de la Asamblea para la emisión de bonos, eso significa que hay distintas fuentes de financiamiento externo y eso permitirá a la economía recuperar ese nivel de reservas que ha generado transitoriamente un problema de liquidez”, explicó.
Aseguró que el tipo de cambio no será modificado porque la ausencia de dólares es un problema de liquidez, no de solvencia. Precisó que ante una posible insolvencia “tendrías que acudir en último caso a una puerta que es del Fondo Monetario Internacional que no acudimos, porque no la necesitamos, están los distintos entes financiaores, hay otras fuentes de financiamiento.