Juan Carlos Manuel Huallpa hace un año y dos meses estaba en la clandestinidad. Era el presidente del Comité Cívico Potosinista (Comcipo) y ayer se confirmó su deceso. Sus restos llegaron por la mañana a la Villa Imperial procedente de la ciudad de La Paz y de inmediato el cuerpo ingresó a la funeraria San Miguel Arcángel de la capital potosina. La muerte de Manuel fue criticada por varios sectores debido a que sufrió “persecución política” porque fue crítico al Gobierno.
Manuel Huallpa se declaró en la clandestinidad el 9 diciembre de 2021. Había tomado esa decisión tras un sorpresivo operativo con 2.000 policías que comenzó con la captura de líderes potosinos acusados por la quema de un vehículo durante un paro en noviembre de ese año y por la quema de las instalaciones del Tribunal Electoral Departamental (TED) de Potosí tras las elecciones de 2019. En ambos casos Manuel no estuvo presente.
No se conoce el punto exacto del país donde murió. Medios locales en Potosí anunciaron que Manuel habría fallecido el sábado y su cuerpo llegaría en las próximas horas a la Villa Imperial. El DEBER conoció que el exlíder cívico murió en la ciudad de La Paz.
Tampoco la familia informó sobre las causas del deceso, aunque se conoció que Manuel sufría la enfermedad de diabetes, cuyo tratamiento médico fue discontinuado a raíz de su declaratoria en la clandestinidad.
“Gracias a este maldito partido (MAS) tuvo que irse a la clandestinidad hasta que llegó su muerte. Pero Dios es grande y llegará justicia; los potosinos nos tenemos que unir”, declaró una de las tías de Manuel, quien llegó hasta el velorio y que conversó con radio Kollasuyo de Potosí.
Ramiro Subia, otro dirigente cívico potosino que permanece oculto para evitar su detención, fue una de las últimas personas con la que Manuel Huallpa se contactó. Fue el sábado por la mañana. En la charla, el ahora difunto le confesó su desaliento por la difícil situación en la que se encuentran los cívicos del país, pero le dijo que había que ver la manera de dirigir un mensaje, tanto a los cívicos como a la ciudadanía para que mantengan su lucha. Manuel habló de unidad ante la adversidad y de la necesidad de unificar al departamento de Potosí. Subia, que habló con medios potosinos, admitió que lo escuchó cansado y respirando con dificultad. Su fallecimiento se produjo por la tarde.
El último deseo
“No nos vamos a rendir, vamos a defender el litio, la democracia y la libertad de Potosí”, ese fue el último deseo de Manuel que le transmitió a Subia, a quien no le habló de estar enfermo. Así, se presume que su muerte fue repentina. En Potosí también surgió la versión de que el exlíder cívico estaba en el área rural del departamento potosino, por lo que no pudo seguir con tratamientos médicos y aplicación de medicinas, como la insulina, vital para enfrentar la diabetes.
La noche del jueves 9 de diciembre de 2021, el Ministerio de Gobierno ejecutó un intenso operativo en Potosí. Se utilizaron 2.000 policías que llegaron desde todo el país, con excepción de Beni y Pando. Allanaron violentamente las casas del presidente de Comcipo, Juan Carlos Manuel, del vicepresidente, Nelson Gutiérrez, y del presidente del comité de movilizaciones, Ramiro Subia.
Esa noche medios potosinos reportaban que los ocupantes de los inmuebles fueron maltratados. Incluso, el hermano de Subia fue temporalmente detenido, porque se lo confundió con él. No hubo sanción por los excesos.
Fue en esa jornada que Marco Pumari, exlíder de Comcipo, fue arrestado en una de las calles de la Villa Imperial. Fue interceptado en su vehículo, sin una orden de aprehensión. De inmediato, se lo llevó a la cárcel del municipio de Uncía y se dictó una detención preventiva en su contra que luego fue ampliada. Ni siquiera comenzó formalmente el juicio, pero ya está detenido por más de un año. Manuel, Gutiérrez y Subia se pusieron a buen recaudo. Posteriormente, se dictó detención domiciliaria con derecho al trabajo para Gutiérrez.
Ayer, la presidenta en ejercicio de Comcipo, Roxana Graz, lamentó el fallecimiento de Manuel y dijo -según el diario El Potosí- que se estaba gestionando ante la familia que se permita velarlo en el edificio de Comcipo, pero admitió que la situación es complicada debido al dolor de los parientes. Uno de los hijos de Manuel, que es policía de carrera, habría sido molestado por su parentesco.
“El delito de este directorio (de Comcipo) ha sido no someterse al masismo, no venderse al masismo, nunca lo hemos hecho y no lo vamos a hacer mientras estemos en el directorio. Ese ha sido el delito y (también) defender los intereses de Potosí. Para nosotros habría sido muy fácil ceder, y seguramente Juan Carlos (Manuel) habría estado en un puesto de embajador o de un cargo público”, lamentó Gutiérrez, que es vicepresidente de Comcipo.
La alianza política Creemos expresó su pesar por el fallecimiento de Manuel y también responsabilizó al Gobierno por la misma. “El Gobierno de (Luis) Arce ocasiona otra muerte como consecuencia de la brutal persecución política contra quienes ejercen los derechos humanos de ‘libertad de pensamiento, libertad de expresión y libertad de asociación’”, dice parte del comunicado que publicó ayer en redes sociales.
El velorio se instaló ayer en la funeraria San Miguel Arcángel y hoy por la tarde los restos de Manuel serán enterrados en el cementerio general de Potosí. La familia prefirió no dar declaraciones y-según imágenes de El Potosí- se dedicó a dar el último adiós al exlíder cívico con oraciones.
Varias personas llegaron a la funeraria para velar los restos de Manuel. El Gobierno no se pronunció sobre esta muerte.