A partir del año 2014, cuando comenzaron a descender los ingresos por las exportaciones de gas natural, el Gobierno nacional optó por recurrir a un mayor endeudamiento interno y externo para cubrir sus gastos sin necesidad de recortarlos.
Actualmente, con un nivel de deuda pública equivalente al 81 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), la capacidad de endeudamiento del país se acerca al límite. Ante esta situación, el economista Jaime Dunn advierte que el modelo económico social comunitario productivo del Gobierno no es sostenible, puesto que, sin ingresos por venta de gas ni muchas posibilidades de acceder a créditos, el modelo tiende a expirar.
Según el especialista, el modelo se basa en aprovechar los excedentes de las empresas estratégicas, particularmente Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), para distribuirlos a través del Estado. Esto ocurrió hasta 2014, cuando se reporta en el país el primer año de déficit fiscal después de varias gestiones de superávit.
Para mantener el ritmo de gastos elevados, el Gobierno optó por recurrir a un considerable aumento de la deuda interna y externa. A decir de Dunn, el acceso a este modo de financiamiento permitió mantener la vigencia del modelo económico.
Datos expuestos por Dunn, en base a informes oficiales reflejan que la deuda pública en 2019 era equivalente al 60 por ciento del PIB; en 2020, pasó al 78 por ciento, y en 2021, al 81 por ciento. Esto representa un valor de 33.122 millones de dólares; el PIB nominal es de al menos 40 mil millones.
“El modelo económico va a seguir vigente hasta cuando ya no pueda endeudarse más el país, y el límite al que ha llegado hoy ya es muy alto, porque estamos hablando con datos a 2021 con más del 81 por ciento sobre el PIB, pero, según organismos internacionales, en la actualidad habríamos llegado a cerca del 84 por ciento”, explicó Dunn.
Además, mencionó que el país se encuentra al límite del acceso a financiamiento externo, no solamente por la disminución de su calidad crediticia, sino por su escaso margen de endeudamiento. Esto se comprueba, según el especialista, en la colocación de sólo 850 millones de dólares de bonos soberanos de un total de 2 mil millones emitidos en 2021.
Población endeudada
El economista Germán Molina coincidió en que el país atraviesa por un notable incremento de la deuda pública. Mencionó que en 2006 cada ciudadano boliviano debía al menos 300 dólares, pero en 2021 el monto subió a mil dólares.
Molina dijo que si bien el endeudamiento permite fortalecer las Reservas Internacionales Netas (RIN), este beneficio es de carácter momentáneo, dado que los dólares saldrán a través de las importaciones.
Agregó que a Bolivia le queda un margen de endeudamiento de sólo 7 mil millones de dólares, dado que, por encima de ese monto, el país estará sobreendeudado y no podrá acceder a nuevos financiamientos.
Gobierno: Hay bajo endeudamiento
El Ministerio de Economía informó que, en 2021, la deuda pública de Bolivia alcanzó al 46 por ciento del PIB, lo que significa que es una de las más bajas del mundo.
“Finanzas Públicas Responsables. La Deuda Pública Total de Bolivia en 2021 fue de 46 por ciento respecto al PIB, una de las más bajas del mundo”, informó esta cartera de Estado a inicios de noviembre en sus redes sociales.
De acuerdo con el reporte, este coeficiente de deuda se encuentra por debajo de los límites recomendados por la Comunidad Andina (50 por ciento) y el Tratado de Maastricht de la Unión Europea (60 por ciento) desde 2006.
El crecimiento más alto de la deuda, tanto interna como externa, se dio en 2020, cuando se disparó en 9 puntos, pasando de 36 por ciento en 2019 al 45 por ciento.