La pugna interna en el MAS se agravó y pasó a acusaciones mutuas, entre “evistas” y “renovadores”, por supuesta protección al narcotráfico. Mientras el exministro Carlos Romero apunta al titular de Gobierno, Eduardo del Castillo, y Columna Sur por lavado de dinero y por montar un caso de narcotráfico contra el expresidente Evo Morales, el diputado Rolando Cuéllar anunció que procesará a la exautoridad por legitimación de ganancias ilícitas.
“Es difícil esperar que el Gobierno combata al narcotráfico, cuando el Gobierno es narcotraficante, desde el ministro de Gobierno (Del Castillo), que tiene funcionarios que son palos blancos de bienes ilícitamente obtenidos por el narcotráfico. Miembros de su organización, Columna Sur, forman parte de este esquema criminal”, aseguró Romero a Página Siete.
Sin presentar pruebas, aseguró que Del Castillo se reunió en diciembre de 2021 con la encargada de negocios de la Embajada de EEUU, Charisse Phillips, para coordinar supuestamente la captura del exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), coronel Maximiliano Dávila, acusado de trasladar cocaína y armas a ese país, de acuerdo con la acusación de la Corte del Distrito Sur de Nueva York.
Romero aseveró también que, en el marco de esa coordinación, por orden de Del Castillo, se produjo el robo de tres celulares del expresidente Morales. Afirmó que los aparatos fueron ofrecidos por “tres millones de dólares a agentes de la DEA”, pero que éstos los rechazaron. “No involucraban a nadie, era un montaje burdo a cargo de un policía del Grupo de Inteligencia y Operaciones Especiales”.
“En vez de perseguir a narcos, con la DEA buscan sembrar pruebas contra nosotros”, protestó Romero.
Por su lado, el diputado de la línea “evista” Héctor Arce señaló que las denuncias hechas por el exministro deben ser investigadas de oficio por la Fiscalía.
Respuesta de renovadores
De forma escueta, Del Castillo calificó a Romero como “el peor director de películas del mundo”, después de que el lunes el exministro lo denunciara.
Ayer, los diputados del MAS del ala renovadora Juanito Angulo y Rolando Cuéllar dijeron que Romero busca protagonismo. Este último lo acusó de operar por 10 años con una organización criminal alias “Los ojitos de guapurú” y lo sindicó de usar sus influencias para dar una identificación falsa a un narcotraficante buscado en Argentina, José Fernández.
“Vamos a denunciar a esta organización criminal (en la Fiscalía), alias “Los ojitos de guapurú”, por uso de instrumento falsificado en razón del cargo, falsedad material, incumplimiento de deberes, uso indebido de influencias. El señor Carlos Romero es un pez gordo del narcotráfico, ha utilizado el cargo de ministro de Gobierno (en la gestión de Evo Morales) para extorsionar narcotraficantes”, disparó Cuéllar.
El diputado explicó que también denunciarán “con pruebas contundentes” a Romero por legitimación de ganancias ilícitas debido a la administración que hizo como presidente del club de futbol Sport Boys durante su gestión como ministro. Hace cuatro años, dicha entidad deportiva tenía una planilla de jugadores valuada en 200 mil dólares, el diputado afirmó que Romero no podía pagar ese monto con el sueldo de 18.000 bolivianos que tenía entonces.
Sobre esas acusaciones, Romero señaló que sus rivales políticos lo atacan usando a “narcotraficantes y corruptos”, indicó que Angulo se arriesga a que se revelen sus antecedentes por corrupción y señaló a Cuéllar de estar implicado en el caso de distribución de cocaína por el que se enjuicia al hermano del legislador en Santa Cruz.
“Sport Boys es el único club de fútbol en el mundo que presentó una rendición de cuentas en la Asamblea Legislativa, ahí hay una copia”, replicó Romero a este medio.
Disputa interna
El expresidente Morales y el bloque del MAS que lo apoya señalan al presidente Luis Arce y al “ala renovadora”, dirigida por el vicepresidente David Choquehuanca, de tratar de dividir al “instrumento político” y buscar su repostulación en las siguientes elecciones.