“Todo cambio cuesta”, dice José Carlos Márquez, gerente general de Industrias Quantum Motors SA, la empresa de vehículos eléctricos fabricados en Bolivia. Y en La Paz podría decirse que cuesta más, pues la gente cree que por la topografía de la ciudad, el tráfico y el clima un coche de estas características no funciona. No obstante, desde finales de 2019 hasta la fecha son 25 unidades las que ya recorren las calles paceñas sin problema alguno.
Hace casi dos años que Quantum comenzó con la venta y a la fecha ya son más de 550 motorizados a nivel nacional, entre autos, motocicletas y bicicletas. La mayor demanda está en Cochabamba y en Santa Cruz, que suman el 75% de la ventas; sin embargo, los clientes de La Paz van en aumento poco a poco. No sólo ven automóviles sino también ya llevaron una treintena de motos y una cantidad similar de bicicletas.
“Soy el muy bendecido dueño de un (modelo) E3 desde agosto del año pasado. Vivo en El Alto y desde la adquisición de nuestro Quantum E3 hasta la fecha hemos hecho el trayecto tanto de subida como de bajada desde la zona Sur, centro y pasando por la zona norte. Al recoger desde la oficina de Calacoto tuve que decidir entre subir por Llojeta o por la autopista y decidí hacerlo por Llojeta, sobre todo para probar la potencia. Recibí el E3 con batería, con una carga del 75% al 80% y subí sin problema alguno”, escribió Alan Ávila, parte del Club Propietarios Quantum Bolivia en Facebook.
Parece que el desafío está en animarse al cambio por los vehículos convencionales. Así lo cree el director del Instituto de Servicios Automotrices Bolivia (ISAB), Diego Guzmán.
“Es un tema de cambiar el chip de la gente. Una de las principales ventajas es el tema económico. La carga eléctrica llega a costar entre tres y cinco bolivianos. La electricidad es un recurso renovable que tiene el país en exceso y además tiene un menor impacto al medioambiente”, afirma Guzmán, cuyo instituto hace el mantenimiento a los Quantum.
El gerente general del fabricante de estos vehículos destaca la utilidad de los coches. “Se adapta a una persona soltera, pero también para ser el segundo auto de una familia en la que un día se lo puede llevar el papá y al otro la mamá, dependiendo de las actividades que hagan”, asegura Márquez.
Guzmán señala que es muy útil porque es un vehículo diseñado para las ciudades, por lo que acompaña muy bien a personas que desarrollan actividades que se enmarcan en una rutina. “Es utilitario, no tiene mayores lujos. El auto es pequeño, tiene su cargador que se conecta a la red doméstica unas cuatro a seis horas, la autonomía es de 50 kilómetros”.
En septiembre de 2019 se hizo el lanzamiento oficial de los modelos E2 y E3 de los automóviles Quantum y se comenzó a vender las unidades a finales de ese año. Debido a la pandemia del coronavirus, los fabricantes creyeron que la demanda iba a ser mínima, pero se llevaron una sorpresa.
“En La Paz vendimos el modelo E3, pero vimos la necesidad de los clientes y ahora sacamos el modelo E4, con un motor más potente y de dos velocidades, alta y baja, ya salieron las primeras unidades. Entonces hay un cambio y cuando la gente se dé cuenta de lo que ahorra con este vehículo, que cumple la misma función que uno convencional, hará el cambio”, sostiene Márquez.
El director de ISAB considera que 2020 fue un año de reflexión en todo sentido y que se constató también en la gente que compró coches eléctricos. “Cuando uno ve al cliente que llega con su Quantum, se ve que tomó conciencia, que reflexionó y ahora le tiene respeto al medioambiente (…) Personalmente, creo que ahora la mayoría de los clientes son millennials, personas de entre 24 y 40 años”.
Los clientes llegan al taller de Guzmán con la garantía de que al margen del mantenimiento que deben hacer al automóvil, pueden encontrar repuestos, pues los fabrica Quantum. “Hay toda la cobertura, esa es otra ventaja”, dice el director de ISAB, que además de hacer el mantenimiento de los motorizados, el instituto ya forma a personas que quieran dedicarse a la mecánica automotriz con el plus de la electromovilidad.
En el automóvil eléctrico entran hasta tres personas, el conductor y dos pasajeros atrás. El tamaño es el más pequeño de toda la gama que hay en el mercado y eso representa también una ventaja, ya que se lo puede estacionar en cualquier lugar sin complicaciones.
“Ahora llama la atención mucho más por todo lo que representa. En la calle, al lado de un Ferrari, el Quantun gana todas las miradas de la gente”, sonríe Diego Guzmán.
Los modelos E2 y E3 oscilan por los 6.000 dólares, aproximadamente, un precio competitivo y accesible, según los datos de la fábrica. No obstante, el reto está en cambiar la mentalidad con el desafío de recorrer La Paz conduciendo un coche eléctrico amigable con el medioambiente.