Las autoridades de Texas confirmaron el martes la primera muerte en Estados Unidos vinculada con la viruela del mono, pero dijeron que aún están determinando qué papel desempeñó la enfermedad en el fallecimiento del paciente «gravemente inmunodeprimido».
Hasta el momento, no ha habido ningún otro informe de muertes de pacientes con viruela del mono en Estados Unidos durante el reciente brote, y son pocos los que han muerto en todo el mundo.
«El caso está bajo investigación para determinar qué papel desempeñó la viruela del mono en la muerte», dijeron las autoridades sanitarias de Texas en un comunicado.
Precisaron que el paciente era un adulto cuyo sistema inmunológico estaba muy debilitado.
«Creo que se necesita una investigación adicional para saber qué papel pudo o no haber desempeñado la viruela del mono en su muerte», dijo Jennifer McQuiston, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), en una conferencia de prensa.
«Es importante enfatizar que las muertes causadas por la viruela del mono, aunque posibles, siguen siendo muy raras», dijo, señalando que solo un «puñado» de personas ha muerto entre los más de 40.000 casos registrados en el brote actual.
Hasta ahora, en Estados Unidos se han registrado 18.100 casos de viruela del mono. El número de nuevos contagios parece haber disminuido ligeramente en los últimos tiempos, según los datos de las autoridades sanitarias.
La epidemia afecta principalmente a los hombres homosexuales y bisexuales, y la mayoría de las transmisiones se producen durante las relaciones sexuales.
Según un estudio de los CDC de la semana pasada, desde que se conoció el brote, cerca de la mitad de los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres han reducido el número de parejas que tienen, el número de aventuras de una noche o su uso de aplicaciones de citas para buscar sexo.
Estados Unidos ha centrado su respuesta a la epidemia en la distribución de vacunas. El gobierno ha anunciado que las dosis se pondrán a disposición específicamente en los principales eventos LGBTQ, incluyendo el «Black Pride» de Atlanta, dos eventos en Oakland, California, y el festival Southern Decadence en Nueva Orleans este fin de semana.
Las autoridades sanitarias estadounidenses también han puesto en marcha una iniciativa para dirigirse a eventos más pequeños, en particular para llegar más a las minorías; por ejemplo, a «la comunidad de [música] house y de salón de baile», que atraen a «muchos jóvenes y gente de color», dijo el doctor Demetre Daskalakis, coordinador adjunto de respuesta a la epidemia de la Casa Blanca.