La digitalización y la medición del riesgo del crédito acelerarán la inclusión financiera, ya que podrá llegar a todos los sectores de la sociedad, nadie se podrá quedar al margen de un financiamiento, y la tecnología ayudará a ampliar la cobertura de las entidades bancarias, pero de la mano de la educación financiera.
La digitalización facilitará la inclusión financiera, opinó la gerente de Estudios de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), Daniella De Sousa en un conversatorio denominado Digitalización: el Camino hacia la Inclusión sin Brechas de Género, realizado el pasado mes.
Decía que la digitalización dentro de la sociedad no consiste en la transmisión de conceptos, sino en la implementación adecuada de las herramientas; y dónde los programas de educación financiera han sido impulsados por actores públicos y privados, es donde más éxito se ha observado.
Brindó algunas cifras sobre el crecimiento que se logró con la digitalización de la banca, y remarcó que el éxito obedece a la interoperatividad, que permite crecer y alcanzar números que antes no eran posibles, tanto así que, en junio de este año, se registraron 12 millones de transacciones con QR.
«Solamente en el último año, tanto en número de órdenes como en volumen, el crecimiento ha llegado a un 800%» aseguró.
La educación es importante en la inclusión financiera, así el rol de la digitalización es vital para este proceso, pero la efectividad de los programas es una labor de todos y de todos los días, afirmó.
Dijo que la inclusión financiera más que educación es digitalización.
A pesar de ello, varios bancos apuestan por la educación financiera, como el Banco Nacional de Bolivia, que puso en marcha su estrategia, y Asoban ya lo hace a través de su portal digital descubre.
Riesgo y crédito
Mientras tanto, los Modelos Multiscoring, su implementación en el sistema financiero, ayudan a maximizar la rentabilidad de las entidades, claro está ajustada a los riesgos, pero permite llegar a más personas, según el gerente General de Interijento S.R.L, Daniel Orellana Vásquez.
Explicó que el uso de esa tecnología puede identificar qué personas son sujetas de crédito y cuáles no, así como adaptar los productos a las realidades de cada una de ellas, y apuntar a sus necesidades de financiamiento.
Considera que la medición del riesgo ayudará a reconocer qué zonas, mercados y regiones, sí pueden tener acceso a este tipo de productos financieros, y dónde anteriormente no existían.
“Entonces, todo está en conceptos de modelos de optimización de condiciones de crédito, ajustada a riesgos, de tal manera que se pueda llegar a más personas de la mejor manera posible y tratando de conservar que estos clientes no dejen de pagar, y así conservar la estabilidad financiera de la entidad», reflexionó.
Es por ello que asegura que la medición del riesgo de crédito abre un abanico de oportunidades para las entidades financieras, así como para las personas, y favorece a la inclusión financiera, pues las entidades bancarias captan más clientes, pero es esencial este procedimiento para avanzar en el proceso de bancarización.
Explica que por lo general las entidades financieras tienen parámetros para otorgar un préstamo, y si el cliente no cumple los requisitos para el monto solicitado, el banco rechaza el pedido, sin embargo, con este procedimiento pierde un cliente y reduce la inclusión financiera.
La pregunta que se plantea es que si el cliente tiene que adaptarse al banco o viceversa; es por ello que se debe identificar adecuadamente al futuro cliente para que no quede sobre endeudado, y esto se logra a través de varios modelos de gestión, ya que siempre existe un riesgo de perder, si la entidad no hace una correcta medición de dicho riesgo.
El scoring crediticio es un sistema informático que es utilizado por las entidades financieras para aprobar o denegar créditos, es decir, es un analista de riesgos.
Pero Orellana sostiene que los scoring estadísticos con modelos multiscoring abren mayores oportunidades, y la empresa Interijento desarrolló dicha metodología que hoy en día está siendo aplicada en entidades de renombre como Infocred, buro de información.
Datos oficiales
En materia de género, los datos de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) muestra que la brecha y la inclusión financiera de mujeres todavía está por debajo de los varones, con una diferencia de 20%, cuando los segundos llegan a 60% mientras que las primeras sólo 40%, en materia de prestatarios, al primer semestre de 2022.
Algunas entidades financieras, como Pro-Mujer, FIE, y recientemente el Banco de Desarrollo Productivo, fijaron su mirada hacia las mujeres, al ofrecer productos crediticios para este género, con el objetivo de apoyar sus emprendimientos.
Sin embargo, a nivel de las micro finanzas, las mujeres representan el 70% del uso del sistema financiero, ya que son ellas las que acceden a distintos servicios y se convierten en clientas frecuentes, aseveraba el gerente general de la Asociación de Instituciones
Financieras de Desarrollo (Finrural), Néstor Castro, en el conversatorio denominado Digitalización: el Camino hacia la Inclusión sin Brechas de Género.
También los datos muestran que de los 339 municipios que hay en el país, los servicios financieros llegan a 277, y en 62 alcaldías no hay presencia de las entidades bancarias.
De acuerdo a la información de la ASFI, el nivel de cobertura es alta en 161 municipios, medio en 58, bajo en 58 y nula en 62. Pero a diferencia del 2007, en cuyo año sólo se llegaba a una cobertura de 81 regiones, la cifra se triplicó.
En lo que se refiere a puntos de atención financiero (PAF), se alcanza al primer semestre de 2022 a 7.913, que se divide entre cajeros automáticos con un 46,3% y sucursales, agencias y otros con 53,7%.
Un dato curioso cuando se observa los datos de la ASFI en el tema de depósitos en comparación al Producto Interno Bruto (PIB), es que el 2020 alcanzó a 78%, mientras que el 2021 bajó a 76%. Se lo puede atribuirse a la pandemia.
Pero similar situación se muestra en el tema de cartera de créditos con relación al PIB, ya que en 2020 llegó a 76%, mientras que en 2021 bajó a 71%.
Billetera móvil
Mientras tanto, las personas que no acceden a una entidad financiera, utilizan la billetera móvil, cuyo servicio es prestado por las operadoras telefónicas, pero también algunos bancos en alianza con otras empresas incursionaron en el servicio.
En ese contexto, el Banco Central de Bolivia informó que en 2021 el valor promedio de las transacciones, a través de billetera móvil, fue de 61 bolivianos, cifra mayor en 26% al promedio de 49 bolivianos, que se registró en 2020.
De acuerdo al reporte del ente emisor, el valor de las transacciones en billetera móvil fue de 1.257 millones de bolivianos en 2018, en 2019 ascendió a 1.503 millones (+19,5%), a 2.269 millones en 2020 (+50,9%) y a 3.313 millones en 2021.
Innovación
Hace unos meses atrás la Federación Latinoamericana de Bancos (FELABAN), el Comité Latinoamericano de Automatización Bancaria (CLAB) y el Comité Latinoamericano de Banca Sostenible e Inclusiva, otorgaron el primer premio a la innovación y la inclusión financiera a la Administradora de Cámaras de Compensación y Liquidación (ACCL) de Bolivia por su proyecto «SIMPLE Pago Móvil» el que permite realizar pagos y cobros a través de códigos QR.
La ACCL S.A., empresa de Servicios Financieros Complementarios, en coordinación con ASOBAN, puso al servicio de las entidades financieras, y a través de estas a la población boliviana, un medio de pago innovador, disruptivo e interoperable, mediante el uso de códigos QR, a partir de mayo del año 2019, siendo Bolivia el primer país de América Latina en adoptar esta tecnología.
El pago con códigos QR se ha extendido de forma significativa en los últimos meses en el mercado boliviano donde ya es común esta modalidad de pago y cobro de servicios, en supermercados, restaurantes, tiendas de barrio, mercados zonales, emprendimientos personales y familiares, empresas de seguros, radio taxis y comercios.
Digital
Según Asoban, la pandemia ha conllevado un mayor uso de los servicios bancarios digitales, lo que fue posible gracias a que el sector bancario realizó importantes inversiones en la última década, implementando plataformas de banca digital, facilitando el acceso a los servicios financieros a través de estos canales, haciéndolos continuamente mucho más amigables.
«La pandemia impulsó la digitalización de la Banca, tal como se aprecia en las cifras de todo el sistema financiero, eso muestra la fortaleza de nuestro sistema”, explicó el secretario Ejecutivo de Asoban, Nelson Villalobos.
De acuerdo con información a mayo de 2021, las transferencias interbancarias en volumen se incrementaron en 39%; en tanto las intrabancarias lo hicieron en 45%, en el último año.
El estudio Digitalización: el Camino hacia la Inclusión sin Brechas de Género revela resultados de una encuesta realizada a más de 8.000 personas en siete países de la región, incluida Bolivia.
Muestra que el 67% de los usuarios del sistema financiero boliviano todavía no emplea plataformas digitales para realizar transacciones financieras. También evidencia que tiene un 15% de usuarios ocasionales, 1% por debajo del promedio regional, además un 17% de usuarios recurrentes. Esta última cifra solo supera la registrada por México (15%) y es inferior al nivel de usuarios recurrentes registrado en Chile (41%), Panamá (38%), Colombia (21%), Ecuador (25%) y Perú (21%).
Información de ASFI muestra que por 100.000 habitantes existen 67 puntos de atención financiera a junio de 2022; y el número de sucursales, agencias y otros sólo llega a 36.
El número de tarjetas de débito y crédito se incrementó de 2021 al primer semestre de 2022.