Con un bloqueo en la comunidad de Puesto Rueda, pobladores de la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía denunciaron el inminente ecocidio de ese territorio como consecuencia de la exploración y explotación hidrocarburífera autorizada por el Gobierno, informó la periodista Zulema Alanes del portal Cabildeo Digital.
La medida fue asumida en protesta por los festejos organizados por la regional Tarija del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) para conmemorar el 33 aniversario de creación de la Reserva.
“Nada que celebrar, estamos de luto porque el gobierno ha decretado la muerte de nuestro territorio”, aseguró Nelly Coca, vicepresidenta del Comité de Defensa de Tariquía, que reafirmó la decisión de resistir la penetración petrolera.
En declaraciones a Cabildeo Digital, dijo que las comunidades de Tariquía no cesarán en la defensa de su territorio reconocido como el pulmón de Tarija y una de las más grandes reservas de agua de Bolivia.
“Nosotros no celebramos, estamos de luto por la amenaza de muerte contra nuestra Reserva” dijo Coca y protestó porque “el Sernap está vendiendo nuestra Reserva y tienen el cinismo de festejar los 33 años de su creación”.
La Reserva Tariquía fue creada por decreto supremo en 1989 que luego fue refrendado por la Ley 1328 en 1992, para conservar la biodiversidad del ecosistema y de sus fundones ecológicos y, asimismo, para garantizar la producción y purificación de agua de los ríos Bermejo y Grande de Tarija, pero, según Coca, “actualmente esas tareas han sido abandonadas”.
La diputada por Tarija de Comunidad Ciudadana, Luciana Campero, explicó a Cabildeo Digital que “el bloqueo en Puesto Ruedo ratifica el rechazo a la transferencia de 4,6 millones de bolivianos que realizó Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos Chaco (YPFB) al Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) en compensación por el permiso ambiental otorgado a las empresas petroleras y con el que pudieron iniciar los trabajos de exploración en al área de Astilleros”.
Detalló que, con esa autorización, las petroleras han levantado un campamento en El Cajón, han cercado los accesos y no permiten el ingreso al territorio. El fin de semana, dijo, “hemos llevado ayuda solidaria a una comunaria, que encabeza una de las tres familias que viven en la zona de El Cajón, pero nos hemos topado con un portón cerrado con candado que impide el acceso al territorio”.
Por su parte, Nelly Coca, dijo que las comunidades de Tariquía rechazan la transferencia de recursos económicos al Sernap porque consideran por esa compensación económica dejará el rol de fiscalización y protección de la Reserva.
La diputada Campero aseguró que “se trata de pagos miserables”, apenas unas migajas, que “en realidad derivan en corrupción, nunca hemos visto que el Sernap incentive el turismo en la zona, no hay políticas públicas para la protección de las áreas protegidas, en el país todas las reservas están atravesando similares problemas, todos recibiendo plata por compensación de agravios, pero no para reforestar o para proteger la Reserva”.
Protestó porque “estamos siendo objeto de ultrajes y avasallamiento del gobierno y de las petroleras en nuestra Reserva, estamos en una situación lamentable, el gobierno y el Sernap en vez de proteger el pulmón de Bolivia lo hayan vendido a precio de gallina muerta y hoy estén festejando”.
Insistió que “No tenemos nada que festejar como tarijeños, el contrato y la evaluación técnica de Ypfb reconoce que esa área existe solo el 17% de posibilidades de encontrar petróleo, ya se ha hecho el planchado y se ha afectado la Reserva sin garantía de que exista petróleo, una penetración criminal si se toma en cuenta que la empresa estatal tiene 98 zonas reservadas para la exploración con mayores posibilidades de encontrar reservas que en Tariquía”
El director del Sernap Tariquía, Franklin Flores, rechazó los cuestionamientos y amenazó con acciones legales en contra de quienes promueven las protestas exigiendo el fin de la exploración hidrocarburífera.
Nelly Coca apuntó a Franklin Flores como el responsable del inminente ecocidio y lo calificó como “el asesino de la fauna y flora de nuestro territorio”.
Advirtió que si no se paran los trabajos de exploración “la afectación será irreversible, luego de la destrucción y la contaminación de las petroleras, no habrá vuelta atrás, cuando se contaminen nuestras aguas, cuando se tumben nuestros árboles, acechará la muerte, los árboles no volverán a criarse, nuestros animales nuestras pequeñas chacras perecerán por las aguas contaminadas”.
Recordó que las empresas petroleras Petrobras y YPFB Chaco ingresaron a la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía para ejecutar sus proyectos de exploración y explotación hidrocarburífera con dos consultas previas realizadas solo en algunas comunidades seleccionadas y una rezonificación que se acomodó a los pozos exploratorios.
La diputada Campero, cuestionó el rechazo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) a dos recursos interpuestos contra las autorizaciones otorgadas a los proyectos hidrocarburíferos Domo Oso, Churumas y Astillero sin dimensionar el riesgo que representa la perforación de pozos petroleros para la estabilidad ecológica y ambiental. Subrayó que el proyecto Churumas amenaza el corazón de la Reserva Tariquía, y que a pesar del rechazo de las comunidades a la actividad petrolera en el Área Protegida continúan los trabajos de exploración.
El Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib) estimó que al menos el 55% de la superficie de la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía será afectada, lo que representa 136.277 hectáreas de las 247.435 hectáreas que comprenden la reserva natural
Pese a su preocupación por “el inminente peligro de ecocidio”, Nelly Coca, aseguró que “nada está perdido si el pueblo de Tarija se levanta y se suma la defensa de Tarija”.
Recordó que el Comité de Defensa de Tariquía inició en la resistencia en Chiquiatá “si no nos poníamos firmes cinco meses bloqueando en el puente, hace dos o tres años hubieran empezado a destruir la Reserva”.
Convocó a continuar la resistencia y aseguró que las comunidades tienen la “férrea voluntad de continuar la lucha en defensa de nuestro territorio”, y convocó a “generar conciencia sobre la devastación que la penetración petrolera puede provocar, hay que pensar lo que queremos para nuestros hijos, la destrucción y la contaminación no se verá a corto plazo, de aquí a unos años vamos a tener que vivir como en el Chaco con agua de cisternas, eso es lo que la gente debe entender, que si no nos paramos ahora será demasiado tarde”.
Por su parte, la diputada Campero dijo que detrás de las petroleras el gobierno planifica otras incursiones. Reveló que “hemos en el Sicoes un contrato con ENDE por 4.000 millones de bolivianos para realizar el tendido eléctrico dentro de la Reserva, que sobrepasa en mucho las necesidades de provisión de energía para 5000 familias. Ya se ha firmado el contrato y tienen 50 días, lo que es una advertencia de que si no hay éxito en la exploración promoverán el avasallamiento”.
Anunció que a la par de la resistencia de las comunidades, como asambleístas impulsarán una acción de alcance internacional porque “Tariquía es una fuente de agua para la cuenca del Río de la Plata, y toda la contaminación va a terminar afectando a Paraguay y, especialmente, a Argentina, por lo que hemos enviado una solicitud a la Comisión de Medio Ambiente del Senado argentino para tomar acciones internacionales”.