La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) seguirá apostando por la industrialización del gas. Este domingo, el presidente de la estatal, Armin Dogarthen, informó que se tiene previsto la construcción de una segunda planta de urea con el doble de la capacidad de producción con relación a la actual petroquímica de Bulo Bulo.
Este complejo ya instalado, ubicado en el Trópico cochabambino, fue cuestionando en diferentes ocasiones por especialistas del sector debido a sus continuos paros desde que comenzó a operar en 2017.
Hasta el 2019 la industria arrojaba perdidas. Ese año, antes de la renuncia del expresidente de Evo Morales, se ordenó parar las operaciones por falta de insumos, según consta en por informes técnicos de la YPFB, ANH, correos electrónicos y el testimonio escrito de un especialista. Estos datos fueron revelados en una nota publicada por EL DEBER en febrero de esto año.
Luego durante la gestión del Gobierno de Jeanine Áñez, la planta estuvo parada porque los problemas heredados no fueron solucionados. Y su administración tampoco avanza en un plan concreto para reactivar el proyecto.
Con la llegada de Luis Arce Catacora al poder -en noviembre de 2020-, el complejo demoró más de seis meses en volver a operar, pero por debajo de su capacidad instalada. Y durante su primer año estuvo marcado por denuncias de malas operaciones dentro de la planta.
Pese a ello, YPFB defendió el proyecto y rechazó estas denuncias. Incluso aseguró que la planta es rentable, por la gran demanda que existe en este momento por el fertilizante debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, que son los principales productores del insumo.
“Por la segunda planta estamos haciendo el análisis de factibilidad. Estamos diseñando y viendo cuánto sería la inversión y el objetivo es tener el doble. más 4.000 toneladas por día. Es un negocio rentable y podemos volvernos un centro importante para la agricultura de la región”, señaló Dorgathen.
La autoridad dijo también que actualmente la planta de Bulo Bulo opera a un 79% de su capacidad instalada. En julio el complejo entró en un paro programado y se espera que comience a operar a un 100% de su capacidad instalada.
Dijo que a la fecha la industria generó un poco más de $us 160 millones de ingresos. Y se espera que hasta fin de años pueda generar $us 300 millones.
Es más, anunció que el nuevo proyecto será exclusivo para la exportación del producto dado que existe una demanda insatisfecha en Brasil y Argentina, que los principales mercados de venta del insumo. Además, existe requerimiento de Perú, Uruguay, Panamá, Colombia y Ecuador.
“Tenemos una planta rentable, por eso estamos planificando la construcción de una segunda planta. Tenemos un mercado gigante como Brasil, pero no solo queremos este mercado, sino también Argentina, Paraguay, Uruguay. Tenemos solicitud en Panamá, Colombia y Ecuador”, acotó.