La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) prevé que este año se tendrá una reducción en el rendimiento de cosecha de trigo de un 39% debido a los efectos climáticos, principalmente la sequía.
“Por efectos de la sequía, el rendimiento del cultivo se ha reducido paulatinamente, lo que significa que se cosecha menos trigo por hectárea y se reduce la oferta del cereal para el mercado nacional. En 2020, el rendimiento de cosecha fue de 1,97 toneladas por hectárea, mientras que en 2021 se logró solo 1,44 toneladas; este año, se proyecta tener un rendimiento cercano entre 1 a 1,2 tonelada por hectárea”, se informó a través de un comunicado.
Desde 2019 se ha presentado un estancamiento en la superficie sembrada de trigo en Santa Cruz. Ese año, las hectáreas de este cultivo llegaban a 108.000 hectáreas; para 2020 subieron a 118.000, en 2021 llegaron a 129.000 y este 2022 fueron sembradas 119.000 hectáreas, “de las cuales 79.000 hectáreas están perdidas y afectadas por sequía”.
Para evitar que los cultivos de trigo se pierdan, la Anapo presentó al Gobierno la solicitud para la aprobación del evento HB4 en trigo, con tolerancia a sequía, desarrollado por la empresa Bioseres de Argentina, “que es un ejemplo virtuoso de la articulación público-privada y muestra la importancia de fomentar la inversión en Ciencia y Tecnología desde el Estado”, dijo el presidente de Anapo, Fidel Flores.
Además, demandó al Gobierno acciones inmediatas para una lucha frontal contra el contrabando de productos agropecuarios porque existe un ingreso masivo diario de camiones de maíz proveniente de Argentina, ”favorecidos por la falta de un control eficiente de parte de las autoridades”.