“Hubo un actuar doloso” en la exsenadora Jeanine Áñez cuando en noviembre de 2019 se hizo de la presidencia del Senado para terminar proclamándose Presidenta de Bolivia, según uno de los argumentos de la sentencia por el caso Golpe de Estado II.
El miércoles se leyó el fallo completo contra Áñez y los coacusados, donde se conoció el sustento legal de la condena a 10 años de cárcel para la expresidenta. Ese día, el presidente del Tribunal de Sentencia Anticorrupción Primero de La Paz, Germán Ramos, afirmó que la decisión fue “unánime”.
“Hubo actos inconstitucionales que llevaron a Áñez a autoproclamarse, hay hechos probados”, establece el veredicto sobre la forma cómo la exsenadora se hizo de la presidencia del Senado, en una sesión sin quórum y siendo de la oposición, cuando no está contemplado en el Reglamento de Debates de la Cámara Alta.
FFAA.
En la noche del 11 de noviembre de 2019 —un día antes de que tome el poder—, la entonces senadora apareció en un video hablando, atribuyéndose ya la calidad de presidenta del Senado, para conminar a las Fuerzas Armadas (FFAA) a salir y controlar los conflictos focalizados en El Alto y La Paz. “Hubo la instrucción de incitar e inducir a las Fuerzas Armadas a salir a las calles y hacer operaciones conjuntas con la Policía”, especifica la sentencia.
Áñez tomó el poder dos días después de la renuncia del expresidente Evo Morales y del exvicepresidente Álvaro García en medio de protestas cívicas alentadas por denuncias de un fraude electoral, un motín policial y la “sugerencia” militar de dimisión.
El 12 de noviembre, en instalaciones del Senado, el legislador de oposición Víctor Hugo Zamora hizo de secretario y le dijo a Áñez que no había quórum para instalar la sesión. “Sin quórum, no hubo nueva convocatoria de acuerdo a reglamento y el orden del día se emitió ese mismo día, contrario a lo que dice el reglamento de la Cámara de Senadores”, indica el fallo sobre lo ocurrido en esa instancia.
También se establece en la sentencia que, a diferencia de lo que hizo, Áñez debía reconfigurar la directiva y considerar la renuncia de la presidenta del Senado Adriana Salvatierra y del primer vicepresidente Rubén Medinaceli.
Tras la sesión en el Senado, la ahora sentenciada se dirigió al hemiciclo de la Cámara de Diputados y, según el fallo, “se autodesignó” presidenta de Bolivia. “Se quebrantó la Constitución”, detalla en otra parte el veredicto.
En reiteradas ocasiones, la expresidenta alegó que asumió el cargo por el “vacío de poder” tras la ausencia de Morales y García. Reivindicó en todo momento que el juicio es político y que en todo caso le corresponde un juicio de responsabilidades.
Antes de la lectura plena de la sentencia, Diego García-Sayán, relator de Naciones Unidas, afirmó que Áñez tiene “derecho a juicio de responsabilidades”, independientemente de cómo haya llegado al poder, y expresó preocupación ante “señales de posible intervención del poder político en este proceso”.
El ministro de Justicia, Iván Lima, respondió que respeta la posición del Relator, pero subrayó que “va a poder dar un criterio informado sobre esta situación” una vez conozca el fallo que el miércoles se leyó en su integridad.
No se pronunció aún García- Sayán, quien, sin embargo, el lunes debe presentar su informe sobre el estado de la Justicia en Bolivia en el organismo internacional.
En la sentencia también se recuerda que en la línea de sucesión estaba la entonces presidenta en ejercicio de Diputados Susana Rivero, porque pese a que dimitió por redes sociales, ello se hizo efectivo recién el 20 de noviembre de 2019.
Áñez fue condenada por la comisión de los delitos de resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes e incumplimiento de deberes con “dolo” porque es abogada y tenía conocimiento de las normas legislativas, ya que fue exconstituyente y senadora desde hace años, según la sentencia.
El abogado Alain Canedo anunció que la expresidenta presentará un recurso de explicación y complementación, mientras que la Fiscalía y los acusadores particulares anticiparon una apelación en busca de 15 años de cárcel.
Junto a Áñez fueron sentenciados exmandos militares y policiales, dos de ellos, los prófugos Williams Kaliman y Yuri Calderón.