Ante los retrasos en la venta de energía a Argentina durante la administración de Evo Morales, ahora es el momento de impulsar la exportación hacia el mercado más grande de la región, Brasil, y con ello iniciar un proceso de saneamiento de sus finanzas de la Empresa Nacional de Electricidad, según un análisis por el exgerente de proyectos y exportación de ENDE, José Padilla.
Pero para ello plantea que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) garantice gas para los generadores de ciclo combinado, y garantizar la oferta al país vecino, y también a aquellos que lo requieran.
Tanto Padilla como el expresidente de Ende, José Kreidler, señalan proyectos para generar energía renovable, y que las instaladas aporten para la exportación a mercados internacionales.
Como se recordará, la administración de Evo Morales apuntaba a exportar energía a Argentina, con el cual ya se tenía avanzado el tema; y que la instalación de termoeléctricas tenía el objetivo de vender energía con valor agregado.
Alternativas
En una entrevista anterior con este medio de comunicación, Kreidler señaló la necesidad de impulsar la ejecución de los proyectos hidroeléctricos, como Miguillas en La Paz e Ivirizu en Cochabamba, para generar un ahorro a la economía nacional, y ofertar mayor energía renovable al mercado nacional e internacional.
En un escenario en que la producción de gas bajó en el país, y por ello las autoridades nacionales tuvieron que reducir la oferta a Brasil y Argentina, a través de nuevas adendas.
Informó, en ese entonces, que presentaron a las nuevas autoridades de energía la propuesta para reducir consumo de gas, e impulsar la generación de energía mediante hidroeléctricas, con Miguillas e Ivirizu, y añadió que el ahorro en el consumo de gas representaría unos 50 millones de dólares; que bien se podría ofertar al mercado externo.
DeudA
Entre tanto, el exgerente de proyectos y exportación de ENDE, entre 2019-2020, señaló que la entidad estatal tendría una deuda, y que su única solución económica sería vender energía al Brasil.
Explicó que se tiene una oferta de aproximadamente 2.000 megavatios (MW), y se tendría que construir una línea de 620 kilómetros hasta la frontera, y el costo estaría alrededor de 1.000 dólares por kilómetro, y la suma total sería alrededor de 800.000 dólares con todo lo que implica la instalación de la línea.
Estimó que el costo por megavatio estaría por los 60 dólares, pero también apuntó que debe haber la seguridad de abastecer gas a las termoeléctricas para garantizar la oferta de energía.
Alternativa
Por otro lado, también planteó que la generación de energía por biomasa, eólica, solar, que son subvencionados por el Estado, sean parte de la oferta de exportación de energía a mercados vecinos.
Y en ese contexto nombró la región de Roboré, en la que la zona de Aguas Calientes posee potencial para generar energía a geotérmica.
Adelantó que ya se tiene un perfil de lo que significa el potencial de Aguas Calientes, y ahora solo queda que las autoridades de Ende coordinen con el gobierno francés para la preinversión. Se estima un potencial de 500megavatios, que bien podría reducir el costo de la energía y brindar el servicio más barato al turismo y a la industria de la región.
APP
También comentó sobre las alianzas público-privadas (app), que se implementan en algunos países, que consiste en la participación del Estado y la empresa privada en la generación de energía, donde este último maneja el proyecto e invierte, y el Estado participa como accionista. Calificó a la misma como una formula positiva, ya que el Estado no se compromete en créditos.
ENERGÍA RENOVABLE
Una publicación del Ministerio de Hidrocarburos y Energía señaló, a fines de enero, que Bolivia genera alrededor del 50 % de la electricidad que se consume mediante fuentes renovables.
El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, informó que, de la oferta de electricidad actual en nuestro país, en gran parte del día, en promedio la generación de electricidad con fuentes renovables participa en un 50 % o más para satisfacer la demanda de los bolivianos, según registros del Comité Nacional de Despacho de Carga.
“Las centrales hidroeléctricas participan en un promedio de 44 % siendo su mayor participación en un 56 % y su mayor rendimiento los 614 MW. El aporte eólico es en promedio el 1 % y la mayor potencia alcanzada los 25 MW, momento en el que conforma el 2 % de la generación nacional de electricidad. Por otra parte, la energía solar, por su comportamiento dinámico a lo largo de la jornada, participa en un promedio del 3 % de la generación con un rendimiento máximo de 95 MW y una mayor presencia en la oferta cerca del mediodía ocupando el 8 % de la generación que recibe el Sistema Interconectado Nacional”, señaló Molina.
Mientras tanto, datos de la web del Comité Nacional de Despacho de Carga (CNDC) a diciembre de 2019, señala que la generación de hidroeléctricas alcanza a 734,84 MW; eólicas 27 MW; solar 115,07 MW; y termoeléctricas alcanza a 2.273,22 MW.