Los campos “maduros” Monteagudo y Vuelta Grande del departamento de Chuquisaca se acercan al medio siglo de vida productiva, aportando con petróleo, Gas Licuado de Petróleo (GLP) y gas natural.
Según los informes disponibles del Ministerio de Hidrocarburos, Monteagudo fue descubierto por la estatal YPFB en marzo de 1967, con la perforación del pozo MGD-X2. Después vendrían alrededor de 60 pozos de desarrollo con una profundidad promedio de 1.800 metros. Su producción comenzó en 1973 (hace 49 años).
El campo tiene múltiples reservorios, mayormente productores de petróleo. Monteagudo fue uno de los de mayor importancia para YPFB, por sus niveles de producción y reservas de petróleo.
Fue objeto de diversos estudios para evaluar el comportamiento primario de los yacimientos productores, principalmente de los reservorios Ingre-Piraimiri por sus excelentes propiedades petrofísicas y su mayor espesor saturado, el perfil del historial de producción es indicativo del comportamiento global del campo.
El pozo MGD-12 alcanzó una profundidad final de 3989 metros, que fue el más profundo del campo. Comprobó la Falla San José en la profundidad de 3.100 metros.
Al 31 de diciembre de 1997 la producción acumulada del campo fue de 63.215 MMpc de gas en separador y 35,179.000 bbl de petróleo y condensado.
Las facilidades con las que cuenta el campo son dos baterías y una planta para realizar el acondicionamiento del gas natural, con una capacidad de proceso de 9 MMpcd, que cuenta básicamente con sistemas de compresión, deshidratación, enfriamiento, almacenamiento y transferencia del condensado.
Monteagudo llegó a producir más de 10.000 Barriles Por Día (BPD) de un petróleo crudo de excelente calidad para luego obtener, mediante la destilación, toda la gama de carburantes y lubricantes necesarios para abastecer el mercado interno y exportar los excedentes, además de una importante producción de gas natural para abastecimiento del mercado interno.
Este campo se sitúa en el municipio de Monteagudo, provincia Hernando Siles. Actualmente es operado por la compañía brasileña Petrobras.
Hasta hace ocho años, producía, en promedio, 230 barriles diarios y el año pasado (2021) alcanzó volúmenes que oscilaron entre los 96 y 114 barriles, según datos proporcionados por la Secretaría de Minería, Hidrocarburos y Electrificación a partir del “Reporte Operativo Sistema SCADA-YPFB”.
vuelta grande
El campo Vuelta Grande, considerado otro de los campos más antiguos en actual producción del país, se encuentra en el municipio de Macharetí, provincia Luis Calvo. Es operado por la estatal YPFB Chaco.
Fue descubierto por YPFB en 1978, con la perforación del pozo VGR-X1 que logró la profundidad de 3.233 metros, permitiendo conocer la existencia de hidrocarburos cantidades comerciales en las formaciones Cangapi y Grupo Tacurua a una profundidad de 2.300 y 2.080 metros, respectivamente. Su producción arrancó en 1983 (hace 39 años).
El pozo VGR-X2, exploratorio de extensión fue ubicado a 1. 5 km al norte del pozo VGR-X1, contribución no solamente la existencia de hidrocarburos en cantidades comerciales en las formaciones Cangapi y Tacurú, sino también evaluó el potencial productivo de la formación Yecua, de cuyas posibilidades se tenían evidencias a través de las pruebas de formación tipo RFT, realizaciones en agujero abierto durante la perforación del pozo VGR-X1.
Se perforaron 36 pozos, algunos con terminación doble. Dos pozos fueron perforados al Este de la falla Vuelta Grande, se abandonaron por improductivos. Dos pozos han producido del reservorio de la formación Yecua, 25 del Tapecuá y 3 en el Cangapi.
La explotación del campo Vuelta Grande constituyó uno de los proyectos prioritarios de YPFB para compensar los requerimientos ascendentes de carburantes en el consumo nacional y para contrarrestar la acentuada declinación de condensado.
Este campo, inicialmente se explotó mediante agotamiento natural; sin embargo, a partir de 1985 se instalaron compresores para la inyección de gas con el objetivo de mantener la presión de los reservorios productores; ya en 1989, entró en funcionamiento la Planta de Procesamiento de Gas.
En 2021, Vuelta Grande aportó con un volumen de entre 130 y 167 barriles diarios de petróleo. Hace ocho años, su producción promedio estaba entre 210 y 220 barriles.
Tanto el campo Monteagudo como el Vuelta Grande mantienen un régimen de agotamiento normal.
El secretario departamental de Minería, Hidrocarburos y Electrificación, Iván Reynaga, considera que estos campos maduros todavía van a continuar produciendo gracias a un plan de recuperación de volúmenes residuales que se tiene a partir de nuevas técnicas.
Primer “boom” petrolero, una “oportunidad perdida”
Entre los años 1968 y 1996, Chuquisaca vivió un “boom” petrolero sin precedentes para el departamento y el país, con grandes recursos financieros que debían dinamizar su economía productiva.
“Si bien fue un tiempo de grandes ingresos fiscales que debieron servir para el desarrollo departamental, se la ha catalogado como una oportunidad perdida, porque la región no se desarrolló productivamente ni impulsó nuevas dinámicas económicas en los otros sectores”, sostiene un documento elaborado por la Fundación Jubileo en 2018 con base en una consultoría realizada por la Facultad de Economía de la Universidad San Francisco Xavier.
El análisis técnico refiere que si bien el departamento registró actividad hidrocarburífera desde 1926, fue en 1967 que este sector cobró mayor importancia para la economía departamental y nacional, en resonancia con lo que ocurría en el ámbito mundial con una mayor demanda de petróleo. Es así que la producción de petróleo en Chuquisaca alcanzó su máximo el año 1972, con una producción anual de 3,6 millones de barriles.
Durante este periodo, Chuquisaca recibió un importante flujo de ingresos por concepto de regalía petrolera, pero, adicionalmente, realizó significativos aportes a los ingresos fiscales del nivel central de gobierno mediante transferencias al Tesoro General de la Nación (TGN), bajo el denominativo de impuesto nacional.
El sector hidrocarburos ya ha sido importante para la economía Chuquisaqueña durante los años 70 y 80; sin embargo, en esa oportunidad, los ingresos obtenidos por su explotación no han contribuido al desarrollo económico y social del departamento en el largo plazo.