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Estabilidad de políticas y precios altos del crudo impulsarán Vaca Muerta

Un serio competidor ingresará en el mediano plazo al mercado del gas y petróleo en la región. Vaca Muerta, ubicado en la provincia argentina de Neuquén, uno de los yacimientos con un gran potencial hidrocarburífero, espera estabilidad de políticas públicas y precios altos del crudo para atraer la inversión y desarrollar el proyecto. Mientras tanto, esperan con expectativa la adenda que Bolivia firmará para invierno, así como los valores del GNL, según diarios argentinos.
Bolivia tiene hasta fines de este mes plazo para suscribir una nueva adenda de suministro de gas a la Argentina, tomando en cuenta de que la misma podría bajar o subir la oferta, pero lo más probable será una reducción de los envíos debido a la baja producción de gas que registra el país.
A eso hay que sumar la oferta de LNG en la región, que también será un jugar importante a la hora de impulsar proyectos y atraer inversiones, ya que los precios pesarán para las nuevas iniciativas hidrocarburíferas.
El periodista David Mottura del medio digital https://mase.lmneuquen.com/, describe un escenario alentador para Vaca Muerta, pero también asegura en su artículo Perspectivas para 2022 en Vaca Muerta, que el desarrollo y la inversión dependerá del clima de negocios y los precios de los hidrocarburos en la región.
Las inversiones crecerían hasta los 6.300 millones de dólares en upstream. La capacidad de transporte es un tema a resolver con urgencia en un contexto de suba de los precios del GNL, señala.
Vaca Muerta pasa por un proceso de aumento de la producción de petróleo y gas, siendo una industria que puede atraer rápidamente dólares y reactivar la economía en Neuquén. Este escenario puede continuar siempre que las compañías y la política tengan en cuenta temas clave como el precio del recurso, la infraestructura de transporte o la situación macroeconómica, que está a la espera de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), explica.
Mientras que Bolivia a la fecha no tuvo éxito en la exploración para aumentar las reservas de gas y los fracasos vienen juntas, y ahora Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) centra sus esperanzas en Sararenda, pero expertos en el tema no están tan optimistas por los estudios que se tienen sobre la zona.
El país terminó en 2021 con una producción de gas en promedio de 44 millones de metros cúbicos día (MMmcd), mientras que en 2020 la cifra casi estaba por esta cifra.
Mottura señala que preguntó a tres consultores en temas de economía y energía para que repasen cuáles son las variables que atraviesan a Vaca Muerta a las que habrá que prestarles especial atención en este 2022.
En las coincidencias está la necesidad de acelerar obras como el gasoducto Tratayén-Salliqueló, sostener las exportaciones de hidrocarburos y poner la alerta en las importaciones, principalmente de GNL, para este verano. También, las tarifas y la posibilidad de implementar la segmentación de subsidios estarán presentes en la agenda, señala.

El tiempo de las obras
“Espero que este sea el año de la expansión de la infraestructura para Vaca Muerta, porque estamos a tope de la producción. Asociado, tiene que seguir avanzándose con la exportación de gas y de petróleo”, apuntó Ernesto Díaz, vicepresidente para América Latina de Rystad Energy.

SourceEl Diario

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