Ante el escenario poco alentador para el gas boliviano, que viene desde hace años en declive y no logró a la fecha nueva certificación de reservas, la última fue en 2018, y con la explotación masiva de los megacampos, las estimaciones cayeron. El exsecretario de Hidrocarburos de la Gobernación de Santa Cruz, José Padilla, dijo que los mercados externos nos pedirán ese requisito para firmar nuevos acuerdos.
Pasaron 14 años de bonanza económica por los ingresos que vinieron de la venta del gas a mercados de Argentina y Brasil, debido a los altos precios registrados en el petróleo en el mercado internacional, pero a ciencia cierta no se tiene un dato exacto sobre cuántos pozos exploratorios se hicieron en este periodo y cuántos positivos y cuántos negativos, ya cuestionaron expertos en las redes sociales.
Sin embargo, el Gobierno informa que los recursos por la venta de gas, en ese periodo, alcanzaron más de 44.000 millones de dólares.
Es más, indicaron que el anterior gobierno del MAS solo administró la cosecha de la inversión de los años 90, pero no sembró más gas para continuar con ingresos altos y aprovechar los precios altos.
En varias oportunidades, el experto en hidrocarburos, Hugo del Granado, dijo que la nacionalización fue un fracaso, aplicada en mayo de 2006, pero las autoridades señalan que fue un éxito, no se fueron las empresas, pero no hay resultados en aumento de reservas.
La certificación de reservas es importante a la hora de negociar contratos de largo plazo, como se hizo entre Bolivia y Brasil; posteriormente con Argentina. El primero ya concluyó, pero todavía hay obligaciones por el gas cancelado, mientras el segundo también espera adendas para bajar el volumen de envío.
En su momento, el analista del sector hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, dijo a este medio, que no pudo aprovechar los precios del petróleo Bolivia porque no tiene oferta de gas.
Hace mucho tiempo atrás, el analista del sector, Mauricio Medinaceli, alertaba de que al no haber certificación de reservas y baje la oferta, los contratos serán de corto plazo, entre dos a cinco años.
A eso se debe sumar que Del Granado en una ocasión señaló que, si bien se toma como referencia el precio del petróleo para fijar el valor del gas, el mismo será de gas a gas en el futuro, situación que ya habría llegado a la región con el LNG.
Connotaciones
Padilla reflexiona al indicar que el tema del gas tiene dos connotaciones para Bolivia, una no sabemos de las reservas y sino tenemos estos datos no podremos cumplir contratos con el mercado exterior.
Sin embargo, la situación va más allá, cuando la pasada gestión hubo un instructivo de las autoridades del sector energético para economizar el consumo de gas en las termoeléctricas y aumentar el uso de las hidroeléctricas.
Hace unas semanas atrás se presentaron cortes de gas a departamentos del occidente del país y los más afectados son las industrias; y ahora otro consumidor está en camino, una planta que se construirá en Santa Cruz para alimentar a la siderurgia del Mutún.
El consumo doméstico está entre 13 a 14 millones de metros cúbicos día (MMmcd), mientras el resto de los 44 MMmcd de producción se va al mercado exterior, es decir 30 MMmcd.
En una entrevista en medios de comunicación, el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, dijo que hay un crecimiento del consumo de gas en el mercado interno cada año.
Las conexiones de gas domiciliario y el uso de GNV son las principales causas, pero una vez que ingrese a toda su capacidad la termoeléctrica del Sur para ofertar energía a Argentina, el consumo aumentará.
Sin embargo, a pesar de los anuncios de aumento de conexiones de gas domiciliaria, algunas zonas, como en Viacha, aún no tienen acometidas, y el pretexto de funcionarios de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) es que no hay material. Las tuberías están instaladas y solo faltan las acometidas.
Una de las observaciones de los analistas, como hizo Medinaceli en su blog, es hacer una comparación de los precios que se vende en el mercado interno y el externo, y la diferencia es muy significativa, ya que a nivel local está subvencionada.
Reservas
Padilla asegura, en una entrevista en Twitter, que prácticamente no hay seguridad en Bolivia para que yacimientos pueda cumplir con los contratos o ampliar los mismos.
Recordó la multa aplicada por Argentina ante el incumplimiento de envíos de volúmenes acordados, en cambio Brasil pone condiciones y para firmar un contrato ampliatorio pide reservas garantizadas.
“Bolivia no está en condiciones de poder garantizar la exportación”, lamenta Padilla a tiempo de indicar que se debe tomar medidas urgentes, como una nueva ley de hidrocarburos para atraer inversiones y aumentar las reservas.
El Gobierno anunció que para la presente gestión se empieza con un plan agresivo de exploración, pero los recursos asignados no superan los 400 millones de dólares, cuando los expertos señalan que la cantidad de capital que se debe inyectar a esta tarea está cerca de los 8.000 millones anuales.