La crecida extraordinaria y desborde del río Piraí quita el sueño a los productores. Es el caso de David Marthisev, cultivador de granos en Colonia Piraí del municipio de San Pedro, que por segundo año consecutivo sufre la arremetida de la riada. “El año pasado perdí el 100% de las 2.000 hectáreas de soya que sembré y, al presente, el agua de lluvia que escurre de la cuenca alta amenaza con anegar los campos en producción de mi predio agrícola”, anotó.
Con dicho antecedente, el agricultor dijo que, por ahora, lo que frena el ingreso del río a su predio son los defensivos que levantó para minimizar los riesgos de pérdida de su producción. En las obras invirtió este año $us 300.000 y arrastra un pasivo millonario por las pérdidas del grano en la gestión agrícola 2020.
Marthisev disparó contra el Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularización del Río Piraí (Searpi), brazo operativo de la Gobernación de Santa Cruz, al que atribuye omisión en la construcción de obras (diques) para contener las aguas y proteger las áreas agrícolas.
El Searpi había identificado al área afectada como una zona crítica e incluso ejecutaba obras preventivas por la zona de Cuatro Ojos. Sin embargo, atribuyen que la fuerza del agua abrió el boquete.
Marthisev pidió que la dirigencia del sector productivo de Santa Cruz gestione una prórroga en el pago de cuotas del crédito productivo que tiene con el banco. Sus bienes y maquinaria agrícola forman parte de la garantía del préstamo.
Desde el municipio de San Pedro, una zona de vocación agroproductiva, el alcalde Ramiro Escalante, explicó que aún no se tiene cifras con respecto al número de agricultores y área productiva afectada. Anotó que una vez los niveles del agua bajen se hará la cuantificación para establecer las pérdidas económicas.
Hizo mención a que el deterioro de los caminos es otra variable que condiciona este trabajo. Las lluvias saturaron las rutas y el estado actual es lamentable.
Hardeman es la zona más afectada del municipio. El perjuicio en el área cultivada es total y las pérdidas que registran los productores son significativas. Estiman que pequeños productores siembran unas 20.000 hectáreas de soya y arroz en esa población.
Cifras compartidas por el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, indican que son seis los departamentos, 60 municipios y 10.337 familias afectadas -664 son damnificadas- perjudicadas por las lluvias, crecidas y desbordes de ríos.
En el ámbito agropecuario, según el reporte del viceministro, se contabilizaron 3.923 hectáreas de cultivos afectados y la muerte de 4.648 cabezas de varios tipos de ganado.
Cultivos de soya afectados
Las ‘olas’ enfurecidas y el desborde del río Piraí en el Norte Integrado pasan factura al agro. El balance del gerente general de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Jaime Hernández, detalla la pérdida de 10.000 hectáreas de soya de la campaña agrícola de invierno 2021 que restaban por cosechar y que no podrán ser recogidas en municipios norteños.
En cuanto a la campaña de verano 2021-2022, 72.000 hectáreas que corresponden a maíz, sorgo y soya están comprometidas, siendo este último cultivo el más afectado.
«Nos falta sembrar unas 230.000 hectáreas de estos granos, pero debido a las lluvias la actividad ha sido aplazada», dijo Hernández.
El recuento de efectos citado por el ejecutivo de Anapo cuantifica 40.000 hectáreas perdidas y 30.000 afectadas. El Norte Integrado y los municipios de Cuatro Cañadas, San Julián y El Puente son las zonas más afectadas por lluvias y desbordes de ríos.
«El cultivo más perjudicado es la soya porque son 10.000 hectáreas perdidas de la campaña de invierno que faltaba cosechar y 62.000 hectáreas entre perdidas y afectadas de la campaña de verano 2021-2022», apuntó Hernández, al inferir que si bien aún están en fase de evaluación, pero que de concretarse las áreas afectadas y dañadas estiman una pérdida de ingresos para los productores por $us 70 millones.
Al ser consultado sobre las medidas que requiere el sector para afrontar la emergencia por lluvias, Hernández considera que la más urgente es concretar el financiamiento de $us 30 millones para la sexta fase del proyecto de defensivos que ha elaborado el Searpi y que necesita la concurrencia financiera de los gobiernos municipales del área de influencia del río Piraí, la Gobernación de Santa Cruz y el Gobierno nacional.
El desborde de varios ríos en zonas productivas de municipios de los Valles cruceños, según el presidente de la Asociación de Productores de Hortalizas y Frutas (Asohfrut) de Santa Cruz, Iver Miranda, afectó sembradíos de lechuga, acelga, repollo, papa, tomate y otras verduras, así como frutas. Los caminos quedaron intransitables y varias comunidades incomunicadas.
En Sabucal, comunidad fruticultora del municipio de El Trigal, se reportó una incidencia negativa en la producción de duraznos y ciruelos. La lluvia tumbó los frutos de las plantaciones en la zona.
El desborde del río Mizque arrasa con la producción agrícola en el municipio Moro Moro (Vallegrande). Preliminarmente, se habla de una pérdida de entre 15 y 18 hectáreas de cultivos.
Sedcam moviliza equipos
Productores que desarrollan actividades agropecuarias en la zona norte y este del departamento atribuyen descuido en el mantenimiento de la red vial secundaria a cargo del Servicio Departamental de Caminos (Sedcam), dependiente de la Gobernación cruceña.
Ganaderos refirieron que las lluvias han dejado intransitables los caminos de Pailón Sur, zona que concentra varios centros de engorde de ganado bovino, lo que condiciona el traslado de ganado de los predios a mataderos.
Desde el Sedcam, el director Édgar Landívar, retrucó las versiones de falta de mantenimiento en la red vial regional. Describió que en las zonas productivas del norte se abarcó el 100% de mantenimiento vial e, incluso, dijo que después de 18 años, en coordinación con el municipio de San Pedro y el Comité Pro Camino, el Sedcam invirtió 2.200 horas en oruga para levantar un terraplén de 20 km desde Colonia Piraí hasta Canandoa.
Al 30 de noviembre de 2021, según Landívar, se registró un 85% de avance físico de mantenimiento en los 6.225 km de las rutas regionales.
Efecto en el agro de la Llajta
Desde la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC), el gerente general Rolando Morales, afirmó que las lluvias en ese departamento dejaron unos efectos invariables en 300 hectáreas de verduras, hortalizas y plantas frutales en el municipio de Cliza y unas 45 hectáreas de flores y también hortalizas en la jurisdicción municipal de las comunas Quillacollo, Vinto y Sipe Sipe. En este último, desbordó el río Rocha.
En el caso del Trópico de Cochabamba, Morales indicó que por ahora se reportaron crecidas importantes, pero no desbordes. Sin embargo, hizo saber que los ríos amenazan las 9.000 hectáreas de banano que se producen para la exportación y el mercado interno y los 5.000 criaderos piscícolas que operan en la zona.