La Confederación Sindical de Choferes de Bolivia convocó a un paro indefinido a partir de la próxima semana en rechazo a la falta de respuesta del Gobierno a sus demandas. Entre sus principales exigencias están la renuncia del presidente de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), Marcel Claure, y del viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, a quienes acusan de ineficiencia en la gestión del sector.
Además, los transportistas denuncian la persistencia del desabastecimiento de combustibles, un problema que, según afirmaron, el Ejecutivo prometió solucionar el pasado fin de semana sin resultados visibles.
Víctor Tarqui, dirigente del sector, informó que la medida fue acordada por consenso entre todas las federaciones afiliadas tras constatar la indiferencia del Gobierno. “¿Qué pretenden? ¿Proteger a esos malos funcionarios que han hecho tanto daño al país? Ante esa defensa, decidimos el paro indefinido”, expresó Tarqui en conferencia de prensa.
Reclamos y advertencias
El malestar de los choferes se centra en dos puntos clave:
-Destitución de autoridades: Exigen la salida inmediata de Claure y Silva, los responsabilizan de los problemas estructurales del transporte.
-Crisis de combustible: Pese a los anuncios oficiales de normalizar el suministro de diésel y gasolina, las filas en las estaciones de servicio persisten, afectando gravemente al sector.
Tarqui advirtió que no tolerarán más demoras y exigió el cumplimiento estricto de los acuerdos pactados en reuniones previas con el Ejecutivo. “No vamos a permitir que jueguen con el transporte. Queremos que se respeten los compromisos al pie de la letra”, subrayó.
Aunque la fecha exacta del inicio del paro aún no está definida, el sector espera concretar el cronograma en los próximos días. Las medidas podrían paralizar el transporte de pasajeros y carga a nivel nacional, con serias repercusiones.
El anuncio genera alarma por sus posibles efectos en la distribución de alimentos, gas y medicinas; la movilidad urbana e interdepartamental, y el suministro de combustibles, ya golpeado por la escasez.
Respuesta oficial
Hasta el momento, el Gobierno no dio una respuesta oficial al ultimátum de los transportistas. Sin embargo, la tensión aumenta ante la amenaza de un conflicto social que podría profundizar la crisis en Bolivia.