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Despidos y las deudas salariales movilizan al sector fabril del país

El sector obrero en Bolivia enfrenta una crisis marcada por despidos masivos, deudas de salarios y una creciente incertidumbre laboral. A esto se suma la presión de la Central Obrera Boliviana (COB) para lograr un incremento salarial del 15% al salario mínimo y del 20% al salario básico, lo que ha generado preocupación en el empresariado privado, que advierte más despidos en caso que el Gobierno ceda a este pedido.

El pasado martes los trabajadores fabriles han tomado las calles de diversas ciudades capitales del país en protesta por el despido de obreros en empresas públicas y privadas. En La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Tarija se realizaron marchas en defensa de la estabilidad laboral y en rechazo a la inacción del Ministerio de Trabajo, frente a lo que consideran una vulneración de sus derechos.

Los manifestantes han denunciado que muchos trabajadores están siendo reemplazados por eventuales o externos, otros han sufrido reducciones salariales y algunos han sido obligados a tomar vacaciones colectivas sin previo aviso.

Trabajo Mientras los trabajadores exigen incremento salarial, los empresarios advierten riesgo de colapso y posibles despidos masivos
Asimismo, reclamaron la falta de dólares, la pérdida del poder adquisitivo de la moneda nacional y el incremento de precios de la canasta básica familiar.

En La Paz, los fabriles se concentraron frente al Ministerio de Trabajo exigiendo la renuncia del ministro Erland Rodríguez, a quien acusan de aprobar resoluciones que obstaculizan la reincorporación de los despedidos y otras reivindicaciones laborales.

Mientras que en Tarija, se movilizaron hasta la plaza Luis de Fuentes para manifestar su estado de emergencia ante la coyuntura económica del país, agravada por la escasez de carburantes y la ola de despidos que, según su dirigente, Luis Martínez, ha afectado al 50% de los trabajadores del sector fabril en empresas tanto públicas como privadas.

El Gobierno

Mientras tanto, el ministro de Trabajo, Erland Rodríguez, ha anunciado que esta semana comenzarán las negociaciones con la COB para atender su pliego petitorio. En sus declaraciones, aseguró que se instalarán mesas de trabajo para analizar las demandas y que se espera llegar a una respuesta definitiva antes del 1 de mayo, Día del Trabajador.

“Vamos a comenzar las mesas de trabajo con la solicitud que están haciendo los hermanos de la Central Obrera Boliviana y así dar una respuesta para el 1 de mayo. Vamos a empezar la siguiente semana”, afirmó.

Respecto al pedido de incremento salarial, aseguró que el gabinete económico del Gobierno analizará la solicitud y definirá si es viable o no; y lógicamente negociará en la respectiva mesa con la COB. Sin embargo, el Ministro no ha dado respuestas sobre la situación de los trabajadores fabriles aparentemente despedidos.

Con anterioridad, el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, había advertido de un desequilibrio en la balanza cambiaria que afecta tanto al sector público como privado, esto influenciado por la escasez de la divisa americana que se arrastra desde hace dos años atrás, lo que ha afectado de manera negativa las importaciones y producción de las empresas.

En esa línea, señaló que tanto el sector público como privado están haciendo ajustes para adecuarse a esta nueva realidad. Pero puso la mirada en el Gobierno Nacional, haciendo mención que para enfrentar esta crisis, deberá realizar una reducción al aparato estatal, del que estima tiene alrededor de 600.000 funcionarios a nivel nacional en sus diferentes reparticiones, generando un supernumerario.

Empresarios no son tomados en cuenta
Frente al pedido de incremento salarial por parte de la COB, desde la Federación de Empresarios Privados de Tarija (FEPT), su presidente, René Segovia, advirtió que un incremento salatial desmesurado puede llevar a la quiebra a varias empresas, más ahora que ha disminuido la productividad de estas, debido a la escasez de dólares.

Asimismo, lamentó que el nivel central del Estado no tome en cuenta al empresariado privado e industrial para tomar este tipo de decisiones.

SourceEl País

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