Santa Cruz es el departamento con mayor incidencia de tuberculosis en Bolivia, registrando aproximadamente 4.500 casos anuales y cerca de 250 muertes debido a complicaciones asociadas a la enfermedad, según datos del Servicio Departamental de Salud (Sedes). Ante esta preocupante realidad, las autoridades han reforzado las estrategias de prevención y diagnóstico para enfrentar este desafío de salud pública.
En el marco del Día Mundial de la Tuberculosis, la Gobernación de Santa Cruz, a través del Servicio Departamental de Salud (Sedes) y su Programa de Tuberculosis, organizó una Feria de Salud en conjunto con el Hospital Japonés y otros centros de salud. El evento buscó socializar con la población la importancia de la prevención y el diagnóstico oportuno de esta enfermedad, que sigue representando un desafío para la salud pública.
Durante la feria, se difundió información clave sobre la prevención, diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis. El jefe de la Unidad de Epidemiología del Sedes, Dorian Jiménez, hizo un llamado a la población para que, ante síntomas como tos persistente por más de 15 días, acudan al centro de salud más cercano en lugar de recurrir a la automedicación, la cual puede derivar en complicaciones graves. Dolores torácicos, debilidad, pérdida de peso, fiebre y sudores nocturnos, son otros síntomas. La enfermedad se transmite de persona a persona a través del aire.
«Es fundamental que las personas accedan a un diagnóstico temprano. En Santa Cruz, estamos reforzando la vigilancia epidemiológica y el acceso a pruebas con tecnología molecular para mejorar la detección de casos», afirmó Jiménez.
Además, resaltó la importancia del programa DOT (Tratamiento Supervisado Directo), el cual garantiza que los pacientes sigan su tratamiento de manera supervisada, con el apoyo de sus familias y personal médico, asegurando así la adherencia al tratamiento y su eficacia.