Dos expertos en hidrocarburos analizaron las causas de la crisis energética en Bolivia y coincidieron en que el principal problema es la política energética del Gobierno. Observan también que la falta de transparencia de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) impide proyectar una solución efectiva a la escasez de gas y dólares.
Fernando Rodríguez y Hugo Del Granado participaron en el programa “Hagamos Democracia” de la red Erbol, donde señalaron que Bolivia aún cuenta con reservas para explorar y revertir la crisis, pero el actual modelo económico desalienta la inversión extranjera al concentrar las ganancias en el Estado.
Ambos expertos atribuyeron el problema a la política de subsidios implementada durante los gobiernos de Evo Morales y Luis Arce, la cual ha agotado las divisas, tanto en tiempos de bonanza como en la actual coyuntura de bajos ingresos por exportaciones de gas.
Rodríguez criticó la política de subvención de gas a las mismas empresas estatales, señalando que YPFB vende gas a 1,30 dólares el millón de metros cúbicos a la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) y a 96 centavos de dólar a la Planta de Amoníaco y Urea, trasladándolo desde Chuquisaca y Tarija hasta el Chapare. “¿Cómo puede Yacimientos sobrevivir con un petróleo a 27 dólares el barril o con un gas a 96 centavos?”, cuestionó.
Explicó que esta situación ha llevado a una dramática caída de las reservas, estimadas en 2,8 trillones de pies cúbicos (TCF, por sus siglas en inglés), lo que garantizaría gas solo por dos o tres años antes de que Bolivia enfrente la necesidad de importar gas natural y gas licuado. Recordó que en 2015, YPFB producía 62 millones de metros cúbicos de gas y 63.000 barriles de petróleo por día, mientras que en la actualidad esos volúmenes han caído a 24,6 millones y 22.000 barriles, respectivamente.
Advirtió que el país enfrenta un desafío financiero importante, ya que la importación de diésel y gasolina cuesta 4.000 millones de dólares al año. Dijo que es urgente buscar alternativas para reducir costos, incluyendo la posibilidad de importar petróleo crudo en lugar de productos refinados. También señaló que la logística de transporte de hidrocarburos es excesivamente costosa y que la falta de estabilidad impide garantizar combustibles de calidad que cumplan con estándares internacionales.
“Para salir de esta crisis es necesario un gran acuerdo nacional que permita encontrar soluciones y encaminar a Bolivia hacia la industrialización y el comercio internacional. Sin embargo, con el actual modelo político y económico, no hay viabilidad para el país. El contrabando, tanto de salida como de ingreso, seguirá afectando gravemente la economía”, enfatizó.
EL “MAS” DESTRUYÓ EL SECTOR
Por su parte, Hugo Del Granado lamentó que YPFB oculte información, mencionando que recientemente se reveló que el 86% del diésel que se consume en el país es importado, al igual que un porcentaje de la gasolina.
Alertó que Bolivia está en un punto crítico, ya que las reservas de hidrocarburos se están agotando y ya no hay expectativas de atraer inversionistas extranjeros que descubran y exploten nuevos yacimientos. “Se nos dijo que Bolivia era un país gasífero y que abasteceríamos de energía al Cono Sur, pero la realidad ha demostrado lo contrario. El Movimiento al Socialismo (MAS) ha fracasado completamente en el sector hidrocarburos y ha destruido su institucionalidad”, aseveró.
Del Granado sugirió que, para superar la crisis, el Gobierno debería establecer un plan realista de exploración, dado que, según la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH), el país aún tendría cerca de 50 TCF de gas sin explotar. Asimismo, puntualizó que las políticas actuales dificultan la inversión privada al imponer condiciones desfavorables a las empresas extranjeras.
“Las petroleras han sido relegadas a contratistas de servicios, perdiendo su papel como operadoras. Además, enfrentan una carga fiscal excesiva y un control gubernamental que limita su autonomía. Es lógico que prefieran invertir en países con condiciones más favorables”, explicó.
El experto lamentó la falta de medidas estructurales para enfrentar la crisis y consideró que las restricciones a las exportaciones y la escasez de dólares agravan la situación. “La única esperanza es que el Cobierno cambie, porque este ha sido un fracaso total en política de hidrocarburos”, concluyó. (Erbol)
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Plantean cambio de política energética
SourceEl Diario