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Pese a operativos, comercios burlan control y suben precios

La escasez de carburantes, los factores climatológicos y el mal estado de las carreteras se han convertido en los argumentos recurrentes de algunos comerciantes para justificar el encarecimiento de los productos de la canasta básica familiar en Tarija. Sin embargo, las denuncias de la ciudadanía apuntan a que la especulación es impulsada principalmente por los revendedores, quienes elevan los precios de manera injustificada, afectando directamente a las familias tarijeñas.

A pesar de los constantes operativos realizados por la Intendencia Municipal y Defensa del Consumidor, los comerciantes han encontrado formas de evadir las sanciones y continuar con estas prácticas. Según testimonios de ciudadanos, los especuladores bajan los precios momentáneamente durante los controles, pero los vuelven a elevar en cuanto los funcionarios se retiran.

La problemática se agrava los fines de semana, cuando las ferias barriales y los centros de abasto registran una mayor afluencia de personas. En estos espacios, la demanda incrementa, lo que es aprovechado por algunos vendedores para subir los precios de los productos, incluso cuando los productores agropecuarios mantienen sus costos sin alteraciones.

Denuncias en la Fedjuve

El presidente de la Federación Departamental de Juntas Vecinales (Fedjuve), Celestino Barro, reconoce que las denuncias de la población son constantes y que, aunque trabajan en coordinación con las autoridades para realizar operativos de control, muchos comerciantes buscan maneras de burlar las inspecciones.

Barro mencionó que el jueves han acompañado los operativos en el Campesino, el sábado en Fátima, y demás ferias o centros de abasto.

“Estos operativos se realizan de manera sorpresiva, porque si ponemos en aviso, ellos se cuidan. La única solución para controlar esto, es que hayan operativos todos los días y la Intendencia tiene que estar trabajando”, manifestó.

El dirigente reconoció que la disminuida cantidad de funcionarios de la Intendencia es una de las limitantes para realizar los controles. “Por ejemplo, hoy podemos hacer un operativo en el Abasto del Sur y los precios van a estar bien, ¿pero mañana qué pasa? Como no nos ven caminando por ahí, entonces entra la especulación y venden como a ellos les parece”, reclamó.

Pesos alterados

Otro de los problemas adicionales que enfrentan los consumidores es la adulteración de balanzas. Según Barro, existen comerciantes que, además de inflar los precios, manipulan sus balanzas para vender cantidades menores a las indicadas, perjudicando a los compradores. Esta situación ha llevado a Fedjuve a acompañar los operativos de “peso justo”, en un intento por frenar estos abusos.

Peso justo Desde la Fedjuve reconocen que hay varios comerciantes en diferentes ferias, que adulteran sus balanzas y venden con peso faltante
El titular de la Intendencia Municipal, Carlos Camacho, indicó que en los controles recientes se han decomisado varias balanzas adulteradas. Asimismo, refirió que se han establecidos balanzas municipales para que la población también pueda comprobar que se le haya vendido el peso que ha pagado.

“Una de nuestras funciones en este tiempo tan difícil como está la economía nacional, es el tema de evitar la especulación, el agio, que den productos faltando”, mencionó Camacho a tiempo de hacer énfasis que trabajan para evitar este tipo de estafas a la población.

La concejal municipal de Cercado, Nushenka Gaite, señaló que en esta época de inestabilidad económica, está fiscalizando el trabajo que realiza la Intendencia, al menos para que se garantice que el usuario final esté pagando y llevando el precio justo.

Sin embargo, Gaite hace énfasis que los comerciantes suelen anoticiarse entre ellos, y previo a los operativos están ajustando sus precios a fin de no ser sancionados cuando acude la Intendencia.

La escasez de carburantes

Uno de los productos más afectados por la especulación es la carne de pollo. La gerente de la Asociación Departamental de Avícolas de Tarija (ADAT), Karina Cachambi, explicó que si bien la escasez de carburantes afectó temporalmente el abastecimiento, esta situación fue resuelta rápidamente.

“Tuvimos dificultades de distribución entre el lunes y martes de la semana pasada, pero una vez recibimos el suministro de carburantes, normalizamos las entregas sin aumentar los precios”, afirmó.

Según datos proporcionados por ADAT, el precio del kilo de pollo se mantiene en 22 bolivianos para los mayoristas, mientras que el consumidor final debería adquirirlo a un máximo de 24 bolivianos. Mientras que los maples de huevo van desde los 21 a 26 bolivianos dependiendo del tamaño, que al consumidor final son entregados entre los 24 a 30 bolivianos.

Campesinos niegan haber incrementado sus precios

El dirigente campesino, Rivelino Zenteno, negó que los productores agrícolas hayan incrementado los precios de sus productos.

“Vemos que en varios mercados tenemos los precios altos”, señaló Zenteno a tiempo de señalar que la carga de papa se vende entre 200 y 240 bolivianos, el tomate entre 130 y 140 la caja, el quintal de zanahoria a 120 bolivianos, dejando entrever que estos costos se han mantenido durante las últimas semanas.

“Por eso nosotros siempre hemos pedido a Defensa del Consumidor y la Intendencia Municipal que puedan hacer los controles y que no pueden subir tanto los precios”, dijo.

El dirigente advirtió que a partir de ahora puede darse un leve incremento, ya que van a suspender las lluvias y en consecuencia llega la temporada de frío.

SourceEl País

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