Las aguas del río Pilcomayo han descendido, manteniéndose en los tres metros. Ahora, las familias afectadas de las 46 comunidades, ubicadas entre Yacuiba y Villa Montes, buscan retornar a la normalidad. Sin embargo, aún deben lidiar con el barro, la humedad, los caminos intransitables y, además, los casos de diarrea, sobre todo en niños y adultos mayores.
La responsable de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Claudia Montenegro, confirmó que más de 125 personas han sido atendidas por infecciones respiratorias, cuadros de diarrea y traumas causados por golpes.
Ante esa situación, coordinan con el Ministerio de Salud el despliegue de personal de médico para la atención de damnificados, esto en el marco del Plan Nacional en Salud, que contempla acciones de contingencia, recuperación y declaratorias de emergencia médica a nivel nacional.
Atención Hay 30 médicos listos para brindar atención inmediata, distribuidos en brigadas móviles
El jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos y Desastres del Ministerio de Salud, Milton González, confirmó que hay 30 médicos listos para brindar atención inmediata, distribuidos en brigadas móviles.
Alison Romero, enfermera de la Unidad de Salud destinada a uno de los campamentos habilitados para los damnificados, indicó que están tratando de atender a las personas que están presentando dolores de cabeza, musculares y otro tipo de afecciones.
“Hay personas que sufren de hipertensión en las comunidades, en esos casos estamos yendo hasta sus casas para controlar que tomen sus tabletas. Hay niños que está presentando síntomas de resfríos también, en esos casos estamos dejando los medicamentos necesarios”, indicó.
El responsable de Defensa Civil, Milton Lazo Gonzales, confirmó que más de 1.000 familias fueron afectadas por el desborde del río Pilcomayo.
Por ello, el alcalde de Villa Montes, Rubén Vaca, considerando las experiencias de años anteriores y entendiendo que una vez que baje el agua surgirán una serie de enfermedades, pidió a Defensa Civil movilizar personal médico a todas las comunidades afectadas por el desborde la inundación.
“Es importante que el Ministerio de Salud se mueva muy rápido y despliegue medicamentos acordes a la situación de riada, porque por la humedad van a surgir resfríos, hongos y otros males”, dijo Vaca, a tiempo de asegurar que habrá campamentos permanentes para atender a las personas enfermas. Sobre todo, porque los centros de salud también se vieron afectadas por el agua y no están en condiciones adecuadas para recibir pacientes.
Intervención trinacional
Considerando que existe la posibilidad de un segundo “golpe de agua” en el río Pilcomayo, la ejecutiva de desarrollo de Villa Montes, Karen Sánchez, sugirió a los gobiernos subnacionales de Argentina y Paraguay, que también se han visto afectados por la crecida del caudal, una intervención trinacional a la cuenca.
“Son muchos factores que se deben intervenir, el dragado, los defensivos. La idea es que de manera conjunta podamos darle una solución paulatina al problema que se sufre en esta zona”, dijo Sánchez a tiempo de recordar que fenómeno de La Niña está marcado por las precipitaciones, por lo que las lluvias serán comunes.
Priorizar el arreglo de las vías
Tras una inspección aérea, el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, pidió a las autoridades de la Región Autónoma del Chaco priorizar, además de la atención a los damnificados, el arreglo a los caminos comunales. Ya que esto permitirán el ingreso más rápido de las brigadas de ayuda.
“Esta zona es productora y ganadera, y esos productos tienen que salir al mercado y por lo tanto hay que garantizar que las vías camineras estén habilitadas para que no haya ningún retraso en el abastecimiento”, recalcó.
