La búsqueda de reducir el uso de gasolina y diésel y apostar por el gas va a paso lento. Pues en los 25 años de vigencia del programa de conversión a Gas Natural Vehicular (GNV), según datos de la entidad encargada de proyecto, hasta 2025, unos 200.000 vehículos pasaron a usar gas. Es decir que del 100% de parque automotor, solo el 8,1% usa gas.
“Un porcentaje muy bajo si es que realmente se quiere reducir la demanda del carburante líquido que en la actualidad esta dando muchos problemas al Gobierno.
En el país hasta 2024 debe haber, siguiendo las proyecciones del INE, unos 2,6 millones de vehículos registrados, por lo que las 200.000 movilidades convertidas a GNV, es insignificante”, observó Hugo de La Fuente, exsuperintendente de Hidrocarburos.
Desde el Centro de Estudios Populi, informaron que con base en el Registro Único para la Administración Tributaria Municipal (RUAT), el Instituto Nacional de Estadística (INE) reportó que a 2023 el parque automotor en Bolivia alcanzó a 2.470.622 vehículos, cantidad superior en 5,3% que se traducen en 125.230 unidades más a la registrada en 2022, cuando llegó a 2.346.392 vehículos y que desde 2003 el parque automotor incrementó en un 456,3 %.
Tomando en cuenta esos datos y de acuerdo con las cifras brindadas por la Entidad Ejecutora de Conversión a Gas Natural Vehicular (EEC-GNV), dependiente del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, en lo que va de 2025, 200.000 vehículos se convirtieron a GNV.
“Las cifras indican el éxito de pasar a energías más limpias en donde esta conversión a GNV es gratuita para las personas que solicitan el servicio, a través de la EEC-GNV. El proceso de conversión a GNV tarda un máximo de 48 horas desde la emisión de la orden de servicio, lo que asegura una rápida transformación del vehículo”, explicaron desde la entidad ejecutora.
También señalaron que el mayor número de conversiones se realiza en Cochabamba, seguido por Santa Cruz, siendo estos los departamentos con mayor concentración de vehículos convertidos a GNV.
En lo que respecta a este primer trimestre, en su rendición de cuentas, la entidad ejecutora detalló que se lograron 1.805 conversiones a GNV, 3.191 mantenimientos y 3.277 recalificaciones de cilindros para GNV.
Situación
Sobre el tema, Carlos Aranda, economista del Centro de Estudios Populi, explicó que el precio artificialmente bajo del combustible, debido al subsidio, lleva tanto a consumidores como a empresas a tomar decisiones que pueden ser problemáticas a largo plazo.
“Cuando el costo del combustible no refleja su valor real, las familias tienden a usar más sus vehículos o si no contaban con uno, tomar la decisión de adquirirlo, lo que ha significado un aumento notable del parque automotor”, señaló Aranda.
A tiempo de precisar que muchas empresas basan sus inversiones y modelos de negocio en un combustible “barato”, lo que las hace vulnerables cuando llega el momento de ajustar sus costos reales. Además, al no enfrentar un costo adecuado, se reduce el incentivo para buscar alternativas o mejorar la eficiencia en el uso de la energía.
“Ajustar 20 años de errores de consumo e inversión debido a un precio artificialmente bajo implicará ajustes costosos a corto plazo, la política económica debe guiarse por facilitar el ajuste de familias y empresas”, dijo Aranda.