En una jugada sorprendente, que recuerda el “momento Sputnik”, BYD, el mayor fabricante de vehículos eléctricos de China, ha presentado una innovadora plataforma de carga. Esta promete “eliminar la ansiedad de carga” y situarse a la vanguardia tecnológica frente a gigantes como Tesla y Mercedes-Benz. El logro tecnológico permite la recarga de una movilidad en cinco minutos.
“Por primera vez en la industria, se ha alcanzado una potencia de carga de un megavatio,” declaró Wang Chuanfu, fundador y presidente de BYD. El anuncio ocurrió durante una presentación transmitida en directo desde la sede de la compañía en Shenzhen. “Nuestro objetivo es que los tiempos de carga de los vehículos eléctricos sean tan breves como el repostaje de vehículos de gasolina.”
400 kilómetros de carga en cinco minutos
La nueva arquitectura, denominada «Super e-Platform», permite que los nuevos modelos Han L y Tang L de BYD reciban hasta 1,000 kilovatios de potencia pico. Es el equivalente a cargar energía para 400 kilómetros de autonomía (equivalente a 249 millas) en tan solo cinco minutos. Esta capacidad supera ampliamente los estándares actuales del sector.
“Esto es más del doble de la potencia de los supercargadores de Tesla, que actualmente alcanzan los 500 kW,” explicó Wang. La compañía de Elon Musk, pionera en la infraestructura de carga rápida con su red de Superchargers, permite añadir hasta 275 kilómetros en 15 minutos. Así, la brecha tecnológica se ha ampliado súbitamente con la propuesta de BYD.
La compañía también anunció la construcción de 4,000 estaciones de carga ultrarrápida en China, aunque no especificó plazos ni inversión. “Queremos resolver completamente la ansiedad de carga de nuestros usuarios,” subrayó Wang.
BYD desafía la supremacía de Tesla
El anuncio tuvo un fuerte impacto en los mercados. Las acciones de BYD subieron un 4.1% tras la presentación, alcanzando un máximo histórico de 408.80 dólares hongkoneses, y su capitalización bursátil ronda ya los 162 mil millones. En lo que va de 2025, las acciones de la compañía han aumentado un impresionante 58%.
El avance técnico llega en un momento crítico para Tesla, que atraviesa un periodo de turbulencias. Además de una caída del 49% en sus ventas en China durante febrero, la compañía ha perdido un 44% de su valor en bolsa en 2025, afectada también por la controvertida cercanía de Elon Musk al gobierno de Donald Trump y las dificultades para cumplir sus promesas sobre la conducción autónoma.
Ross Gerber, uno de los inversores más leales de Tesla, fue tajante esta semana. “Es hora de que Musk se haga a un lado como CEO”, sentenció, tras los decepcionantes resultados financieros.
La carrera tecnológica se intensifica
El nuevo sistema de carga de BYD no solo rivaliza con Tesla, sino que también deja atrás a otros actores importantes. Mercedes-Benz recientemente presentó su sedán eléctrico CLA capaz de añadir 325 kilómetros en 10 minutos de carga, y la china CATL, principal fabricante mundial de baterías para EVs, lanzó baterías que cargan casi por completo en ese mismo lapso.
Shay Natarajan, socio en la firma Mobility Impact Partners, detalló que el avance de BYD se debe, entre otros factores, a un sistema de refrigeración de batería más sofisticado. “Esto permite alcanzar y mantener la potencia máxima de carga durante más tiempo, aumentando significativamente la velocidad promedio de carga,” explicó al Financial Times.
El impacto de la innovación va más allá de la velocidad. “Este desarrollo es un cambio radical en la conveniencia de uso y elimina uno de los últimos grandes obstáculos para la adopción masiva de EVs,” comentó Joanna Chen, analista de Bloomberg Intelligence.
¿La era de la ansiedad llega a su fin con la carga rápida?
El «range anxiety», o la preocupación de los conductores por quedarse sin batería antes de encontrar un cargador, ha sido uno de los principales frenos para la transición a la movilidad eléctrica. BYD busca acabar con este problema al reducir drásticamente los tiempos de recarga, asemejándolos a los de una estación de servicio convencional.
Sin embargo, algunos expertos advierten sobre los posibles efectos secundarios. A pesar de que la evidencia es escasa, persisten las preocupaciones sobre el desgaste prematuro de las baterías con cargas ultrarrápidas. “No hay datos concluyentes que confirmen que este tipo de carga reduce la vida útil de las baterías, pero es un tema que el sector sigue de cerca”, reconoció Natarajan.
La rivalidad entre China y Estados Unidos
Este avance de BYD se suma a un contexto en el que China ha fortalecido su liderazgo en la transición energética. Mientras EEUU reduce subsidios a los EVs bajo la administración Trump, China mantiene su estrategia de escalar producción y penetrar mercados extranjeros.
Los críticos de Occidente acusan a Pekín de “inundar” los mercados globales con productos subvencionados, pero BYD ya es rentable incluso sin ayudas gubernamentales. “Estados Unidos fue líder en la industria automotriz, pero ha decidido ceder terreno a China para centrarse en la inteligencia artificial y las criptomonedas,” señaló un reciente informe de la consultora Mobility Impact Partners.
La brecha tecnológica que BYD ha abierto es vista por muchos como una señal de alarma para Occidente. Mientras la infraestructura de carga de combustibles fósiles tardó décadas en consolidarse, el avance de BYD podría acelerar la maduración de la red de carga eléctrica global.