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Gremiales expresan preocupación por la falta de combustibles y advierten con medidas de presión

El dirigente gremial Edgar Álvarez manifestó la profunda preocupación de su sector ante la escasez de combustibles en el país, durante una reunión convocada por el Comité pro Santa Cruz, en la que participaron representantes de 24 sectores productivos y comerciales de la región.

«Nosotros, como parte de la institucionalidad cruceña, hemos sido convocados para analizar la situación real, la crisis que estamos viviendo por la falta de abastecimiento de combustible. Eso es lo que nos preocupa y que el Gobierno debe solucionar de inmediato», declaró Álvarez.

Según el dirigente, los gremiales ya vienen movilizándose desde el año pasado debido a esta problemática, y actualmente se encuentran en estado de emergencia. Álvarez anticipó que, en coordinación con el resto de los sectores, cualquier decisión asumida será acatadas por su gremio, lo que deja abierta la posibilidad de nuevas medidas de presión si no hay respuestas concretas de las autoridades.

Al final de la reunión, el Comité pro Santa Cruz exigió la liberación de la importación de combustibles y se sumó al Comité Multisectorial que coordina acciones para demandar la anulación del apartado confiscatoria del Presupuesto General del Estado. Además, anticiparon la convocatoria a una Asamblea de la Cruceñidad, la instancia que puede determinar un paro cívico.

Una crisis que se arrastra desde 2023

La preocupación de los gremiales se enmarca en un contexto nacional de creciente escasez de combustibles, especialmente diésel y gasolina, que afecta tanto al transporte pesado como al sector productivo y comercial. Desde finales de 2023, Bolivia enfrenta dificultades para garantizar el abastecimiento regular debido a problemas logísticos, reducción de la producción interna de hidrocarburos y mayores dificultades para importar combustibles en medio de una crisis de divisas.

Según datos de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Bolivia importa más del 60% —entre gasolina y diésel— de los combustibles que consume, lo que ha puesto al país en una situación de alta vulnerabilidad frente a las fluctuaciones internacionales de precios y el encarecimiento de los fletes marítimos. Esta dependencia se agrava con el descenso sostenido en la producción de gas natural, que en 2023 cayó un 10%, según reportes oficiales.

Impacto directo en el sector gremial

Para los gremiales, la falta de combustibles no solo encarece el transporte de mercancías, sino que también genera especulación y desabastecimiento de productos básicos, afectando a las familias de menores recursos.

«Si no hay combustibles, todo sube: el flete sube, el precio de los alimentos sube y al final el pueblo es el que paga. No podemos permitir que esta crisis siga creciendo», explicó Álvarez.

El Comité pro Santa Cruz y los sectores que lo integran, entre ellos los gremiales, advirtieron que si el Gobierno no garantiza soluciones inmediatas, se convocará a una serie de medidas de presión, que podrían incluir bloqueos, marchas y un posible paro cívico departamental.

Desde el Ministerio de Hidrocarburos, las autoridades han reconocido algunos retrasos en la importación de combustibles, aunque aseguran que no existe un desabastecimiento generalizado. Sin embargo, las largas filas en surtidores de ciudades como Santa Cruz, Cochabamba y La Paz contradicen este discurso oficial.

La preocupación de los gremiales se suma a la alerta lanzada por sectores productivos, transportistas y exportadores, que advierten que si la crisis de combustibles persiste, la economía boliviana podría enfrentar un golpe mayor, afectando la reactivación postpandemia.

SourceEl Deber

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