La Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce) ha cumplido 100 años de creación, un aniversario especial considerando que Bolivia está por cumplir su Bicentenario.
“Soboce ha sido testigo de la construcción de Bolivia”, afirmó Francisco Shwortshik, CEO de Soboce al hacer un análisis sobre los desafíos que tiene la industria cementera, en un contexto en el que hay sobreoferta de cemento y en el que la inversión familiar, para la construcción de viviendas, es la que sostiene al sector.
-Cien años de Soboce, eso quiere decir que ha estado en las pequeñas, medianas y grandes construcciones en Bolivia
Cumplimos 100 años y Bolivia cumple 200, ¿qué quiere decir eso? que al menos hemos construido la mitad de este país, represas, caminos, hospitales, escuelas, viviendas, son 100 años de construcción. En Tarija, por ejemplo, hemos sido parte de la construcción de represa San Jacinto. Estamos en casi todas las carreteras.
-¿Cuáles son los principales mercados de Soboce?
Es La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y Tarija.
-¿Cómo está la salud económica de la empresa?
Hoy la estamos saneando. El 2017 hubo una sobreproducción de cemento, entraron muchas empresas de cemento, entró Itacamba, Ecebol (Empresa Pública de Cementos Bolivia).
Hoy día tenemos una oferta, yo puedo producir nueve millones de toneladas y resulta que la demanda es cuatro, ¿qué provoca eso?, hay una competencia tan grande y una demanda baja, que provoca que los precios se mantengan muy bajos, y eso deriva a que tu pierdas, pierdas caja, utilidad. Por eso está prácticamente quebrada Fancesa, Coboce está sin liquidez, tiene una situación muy complicada, y ni qué decir Ecebol.
-¿El año 2024 cómo cerraron?
El año pasado tuvimos pérdidas, pero fue por el tipo de cambio, eso nos pegó en los resultados. Operacionalmente estamos bien, pero lamentablemente tenemos que comprar dólares para comprar insumos en el extranjero y eso nos provocó una pérdida en la última línea.
-¿Y el precio del cemento se mantiene o tiende a subir?
Hay una tendencia a subir, precisamente porque no podemos seguir perdiendo dinero. El costo que tienen los insumos son carísimos, los ladrillos los compramos en la India, las bolsas se compran afuera y se compran con dólares, entonces, eso te obliga a subir los precios, sino ¿cómo sobrevives?
-¿Cuánto ha subido sus costos de operaciones?
Más o menos entre un 10 y 20%, y eso es mucho.
-¿Entonces este año el precio tiende a subir?
Debería tender a recuperar el costo, por lo menos eso.
-Hoy producen para cubrir el mercado nacional, ¿hay la perspectiva de exportar?
Sí, estamos en ese plan. Porque la única forma de generar divisa es exportando, no hay otra alternativa. Entonces ya estamos gestionando ciertas exportaciones a países alrededor, como Perú, Chile, Argentina, Brasil. La idea es exportar algo que nos permita rescatar dólares, serán unas 15 mil toneladas al mes.
-Con el cambio que hubo de administración, con el Grupo Gloria ahora, ¿cómo es la relación con las comunidades donde se hallan sus plantas?
Excelente, donde sí hemos tenido dificultades es en Tarija. Realmente hemos querido poner todo de nuestra parte, pero es complejo.
-¿Qué tipo de problemas?
Exigen mucho, digamos, y no quieren poner mucho de su lado. Es un tema que lo estamos resolviendo.
-Han estado lanzando productos más amigables con el medio ambiente, ¿cómo lo ha recibido la gente?
Es muy difícil, porque es un cambio cultural. Yo creo que es un deber social hacer que cambie la cultura de uso de productos más ecosostenibles. Nosotros tenemos un producto denominado 1P-40, es el de más alta resistencia y se vende en ferreterías, ese cemento está hecho para hacer carreteras, edificios, no está hecho para construir casas ni aceras.
Si nosotros cambiamos la normativa, hacia productos más eco, el país se puede ahorrar mil millones de pies cúbicos de gas, podemos dejar de tirar al medio ambiente 500 mil toneladas de CO2.
La gente piensa que porque es de alta resistencia es mejor y no es así.
-¿Y tiene proyectos similares para implementar a futuro?
Tenemos. Uno de nuestros eslóganes es “generar soluciones sostenibles”, es decir, productos y otras cosas adicionales que sean sostenibles. Ahora estamos diseñando una casa, una vivienda prefabricada, que tenga aislación térmica, que sea de bajo consumo de CO2. Estamos en eso.
-Comentaba que Soboce es líder en el mercado, porque tiene el mayor mercado
El mercado nacional consume cuatro millones a cuatro millones cien de toneladas de cemento al año, nosotros ocupamos la mitad de eso, el resto es para las otras empresas regionales, como Coboce, itacamba.
-¿Y hay planes de invertir en expansión?
Hemos pensando que hay una sobreoferta y eso es malo, porque es inversión que gastaste y no la estás utilizando. Eso le pasó a Fancesa, que el 2017 hizo una inversión gigantesca y ahí está, no la está usando, pero está pagando sus créditos.
Por eso creemos que se debe consolidar la industria, tienen unirse, fusionarse las empresas para ser eficientes.
-¿Y esa sobreoferta actualmente se mantiene?
Sí, y nosotros incluso hemos llamado al Gobierno para plantearle una asociación público-privada para que podamos consolidar la industria, pero es difícil.
-¿Hay algún sector que está consumiendo más?
Sí, el de la autoconstrucción, que es la persona de a pie, que va a comprar tres o cuatro sacos de cemento y empieza a hacer su ampliación, de a poquito, sus piezas. De eso hay mucho.
Uno, porque Bolivia es un país es vías de desarrollo y porque es una manera de proteger el dinero. Si yo construyo mi casa hoy día, esos bolivianos ya no se deprecian con la inflación.
-Entonces la autoconstrucción está sosteniendo la industria cementera en Bolivia
Exactamente, porque la parte formal, que es el 15%, que es el hormigón premezclado que hace edificios, puentes, cayó un 15%. Pero el otro sector levantó la demanda.
