La Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía vuelve a ser el epicentro de tensiones entre la población local, las autoridades y las empresas petroleras, debido a la insistencia de Petrobras en desarrollar el proyecto Domo Oso X3. La empresa ha convocado a una consulta pública programada para el 17 de enero en el municipio de Entre Ríos, lo que ha generado molestia entre los pobladores y activistas de esta área protegida.
Janeth Alfaro, activista y habitante de la reserva, denunció que Petrobras está incumpliendo la Ley 3058 y el Reglamento del proceso de Consulta. Según Alfaro, corresponde al Ministerio de Hidrocarburos, el Ministerio de Planificación, el Ministerio de Medio Ambiente y el Tribunal Electoral Departamental (TED) convocar este tipo de consultas, no a una empresa privada.
“Petrobras está usurpando funciones al realizar estas convocatorias. Además, hay denuncias de sobornos para que los habitantes acepten la actividad petrolera, lo cual infringe el reglamento y podría invalidar la consulta”, mencionó.
La activista también destacó que la convocatoria de Petrobras está dirigida solo a ciertos dirigentes de Entre Ríos y que la empresa planea replicar la actividad en la comunidad de Saicán al día siguiente. Esto, según Alfaro, refleja una estrategia de división y manipulación de las comunidades.
Otro motivo de crítica ha sido la invitación cursada por Petrobras a la organización de Mujeres Bartolina Sisa de Entre Ríos, lo que Alfaro considera una posible fuente de conflictos durante la consulta pública.
“El silencio cómplice de las autoridades regionales es alarmante. Necesitamos que la población tarijeña se pronuncie para defender nuestra reserva”, agregó.
Alfaro instó a instituciones como el Comité Cívico, el Gobernador, el Alcalde y el Subgobernador a involucrarse activamente en la protección de Tariquía, recordando que la reserva es una de las principales riquezas naturales del departamento de Tarija.
La oposición al ingreso de petroleras en la reserva no solo se basa en el potencial daño a los cauces de agua que abastecen a las comunidades locales, sino también en el impacto ambiental general que tendría la actividad petrolera. La deforestación, la contaminación y la alteración de los ecosistemas podrían tener consecuencias irreversibles, según Alfaro.
“El daño ambiental afectará directamente a la biodiversidad y, en el largo plazo, al equilibrio ecológico del departamento. Este proyecto no solo pone en riesgo la reserva, sino también la calidad de vida de todos los tarijeños”, advirtió.
Alfaro ha solicitado a las autoridades nacionales y departamentales garantizar la transparencia y legalidad del proceso de consulta, respetando los derechos de las comunidades y la protección de la reserva.
