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En 2024, la deuda interna quintuplicó la proyección del Estado

La deuda interna se dispara en Bolivia y genera preocupación. De acuerdo a datos analizados por el Colegio de Economistas de Santa Cruz, el Gobierno programó Bs 5.641 millones para el 2024, pero cerro en diciembre de este año con monto de endeudamiento de Bs 31.881 millones, es decir, cinco veces más a la planificada.

“Este endeudamiento no se destina a inversión productiva, sino a cubrir gastos corrientes. Por ello, resulta fundamental establecer límites claros al endeudamiento interno para evitar desbalances y descontrol financiero”, sostuvo la institución.

El año pasado fue complejo en el contexto económico. La gestión estuvo marcada por la escasez de dólares, combustible y una fuerte tensión social, que mermaron el crecimiento del país. Esto se tradujo en menores ingresos.

En este contexto, especialistas consultados indicaron que el Gobierno recurrió al endeudamiento para poder hacer frente a sus diferentes compromisos.

Desde el colegio de Economistas de Santa Cruz, hicieron notar que “el nivel de endeudamiento es insostenible y refleja la falta de medidas para diversificar las fuentes de divisas, como el impulso al sector exportador y la atracción de inversión extranjera directa”.

“Por tanto, la dependencia excesiva del endeudamiento podría agravar la situación financiera del país, especialmente en un contexto de disminución de las reservas internacionales netas y limitadas fuentes de ingresos”, alertaron.

No es la primera vez que el endeudamiento interno dispara, convirtiéndose en uno de los indicadores más preocupantes. Por ejemplo, en 2019, el Estado obtuvo créditos del Banco Central de Bolivia (BCB) por Bs. 16.000 millones, pero en 2023 esta cifra se elevó a Bs. 101.000 millones, lo que representa un incremento de más de seis veces.

Esta situación no cambiará en 2025. El Presupuesto General del Estado (PGE) 2025 prevé un déficit fiscal de aproximadamente Bs 35.000 millones, equivalente al 9,2% del Producto Interno Bruto (PIB). Y para cubrir este déficit, se prevé un endeudamiento externo de hasta $us 4.000 millones para apoyo presupuestario, servicio de la deuda pública y emergencias.

Justificación

Desde el Ministerio de Economía y explicaron que la reducción de ingresos por la exportación de gas natural, causada por el agotamiento de reservas y la falta de inversión en exploración, afectó significativamente la economía nacional. A este panorama se sumaron factores como la pandemia de Covid19, la menor demanda de gas por parte de Argentina y los conflictos sociales y políticos recientes.

Pese ello, esta cartera de Estado, explicó que el gobierno la subvención de hidrocarburos y alimentos, las medidas de protección social como los bonos y la política de industrialización.

“Los recursos internos continuarán siendo la principal fuente de financiamiento del sector público, porque la Asamblea Legislativa se negó a la introducción de divisas frescas a la economía, rechazando créditos externos a pesar de que ya fueron viabilizados por organismos multilaterales, siendo que existe un margen importante para contratar nueva deuda”, dijo este ministerio.

Para 2025, el PGE llega a Bs 296.565 millones. De esta cantidad, los recursos obtenidos por financiamiento, llegan a Bs 82.527 millones de los cuales el 73% corresponde a crédito interno (Bs60.000 millones) y el 27% a crédito externo (Bs22.527,88 millones).

“Este presupuesto corresponde a programas y proyectos de inversión pública en el marco del Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025”, explicó el ministerio.

Análisis

El economista, German Molina, sostuvo que estos datos reflejan que Bolivia está en puertas de una crisis fiscal, es decir, elevado gasto que tiene el Estado. Para él, esto se resuelve reduciendo el gasto de todo el andamiaje estatal.

Explicó que las cuentas fiscales de las entidades públicas han registrado un déficit creciente, ya que los retiros de recursos superan los ingresos generados por la facturación de empresas estatales como Entel y Vinto. Esto, sumado a la inflexibilidad del gasto público, ha disparado el uso de crédito interno.

Por su parte, Claudia Pacheco, presidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz, explicó que las fuentes de financiamiento estatal a través de fuentes internas, son el Banco Central de Bolivia (BCB) y la Gestora Pública. Según Pacheco, la continua dependencia del financiamiento interno para cubrir los gastos públicos representa un serio riesgo para la economía boliviana.

Explicó el incremento de la deuda interna a la dificultad de acceder a financiamiento externo debido a las bajas calificaciones de riesgo por parte de organismos internacionales.

“Estas calificaciones coinciden en que estamos al borde de una crisis financiera. Si no podemos acceder a préstamos externos, el gobierno recurre a fuentes internas, lo que aumenta la presión sobre la economía”, subrayó.

SourceEl Deber

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