El Departamento del Tesoro y el Servicio de Impuestos Internos de EEUU se han movilizado para consagrar en el código tributario estadounidense determinados créditos fiscales contemplados en la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) del presidente Joe Biden, antes de que Donald Trump se instale en la Casa Blanca.
Los beneficios económicos para EEUU supondrán un crecimiento de la economía de 1,9 billones de dólares en los próximos 10 años.
Los créditos fiscales fomentan la innovación al permitir que las nuevas tecnologías de emisiones cero se desarrollen con el tiempo, al tiempo que proporcionan incentivos duraderos para que las empresas realicen inversiones en tecnologías de energía limpia, según el Departamento del Tesoro.
Reducción de los costes de la energía
Estos créditos son fundamentales para reducir los costos de energía para las familias y las empresas estadounidenses y producir energía abundante y asequible para satisfacer la creciente demanda creada por las grandes inversiones en la economía estadounidense. Según un análisis del Departamento de Energía, se espera que los créditos tecnológicamente neutrales, junto con otras disposiciones de la Ley de Reducción de la Inflación y la Ley Bipartidaria de Infraestructura, ahorren a las familias estadounidenses hasta 38.000 millones de dólares en facturas de electricidad hasta 2030.
La secretaria del Tesoro de EEUU, Janet L. Yellen, declaró: “Las normas definitivas publicadas ayudarán a garantizar que continúe el auge de las inversiones en energías limpias en Estados Unidos, reduciendo los costes de los servicios públicos para las familias y las pequeñas empresas estadounidenses, creando puestos de trabajo bien remunerados en el sector de la construcción y reforzando la seguridad energética al hacer a Estados Unidos más resistente a las crisis de precios”.
Los actuales créditos fiscales a la producción y a la inversión estarán disponibles para los proyectos que hayan empezado a construirse antes de 2025, mientras que los proyectos que hayan empezado a construirse después del 31 de diciembre de 2024 podrán optar a un nuevo crédito para la electricidad limpia.
La secretaria de Energía de EEUU, Jennifer M. Granholm, ha declarado: “La orientación final de hoy ayuda a proporcionar a los productores de energía limpia la claridad necesaria para desplegar más soluciones de energía limpia a escala para reducir los costos para más familias estadounidenses y ofrecer carreras de futuro para la fuerza de trabajo de Estados Unidos”.