El Colegio de Economistas de Santa Cruz (CESC) advirtió un alto porcentaje destinado a gastos corrientes en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2025. Según la institución, más del 58,8% del presupuesto total, equivalente a Bs. 174,235 millones, se destina a este rubro, dejando en segundo plano la inversión pública, considerada esencial para el desarrollo económico y social del país.
El gasto corriente incluye sueldos, salarios, beneficios sociales y compra de bienes y servicios, mientras que solo el 17.2% del presupuesto se destina a gastos de capital.
“En un contexto de crisis económica, destinar más de la mitad del presupuesto a gastos corrientes es insostenible y limita el margen para impulsar el crecimiento económico sostenible y la generación de empleo», sostiene la entidad en su comunicado.
El presupuesto de inversión pública programado para 2025 asciende a Bs. 31,513 millones ($4,024 millones), una cifra inferior a la del año anterior. Este monto se enfoca en sectores estratégicos como hidrocarburos, minería e infraestructura, pero su reducción afecta directamente el efecto multiplicador que genera en la economía, especialmente en la creación de empleo y el dinamismo del sector productivo.
Advertencias
La organización hizo notar que el PGE 2025 contempla un déficit del 9,2% del PIB, lo que, combinado con el gasto corriente elevado, aumenta la dependencia del endeudamiento interno y externo.
En se sentido, los economistas advirtieron que el énfasis en el gasto corriente, junto con una desaceleración económica proyectada, podría derivar en una mayor presión tributaria sobre las familias y empresas, afectando especialmente a los sectores más vulnerables.
“La priorización del gasto corriente, en detrimento de la inversión pública estratégica, limita el potencial de crecimiento económico y la capacidad del país para enfrentar retos estructurales, como la diversificación productiva y la industrialización”, indicó.
En este contexto, la institución instó al Gobierno a realizar ajustes en el presupuesto, reduciendo el gasto corriente y priorizando la inversión pública en sectores productivos clave. También sugirió adoptar medidas de austeridad fiscal y establecer políticas que fomenten el diálogo con el sector privado para superar los desafíos actuales.
«Es fundamental redirigir los recursos hacia la inversión pública para reactivar la economía y mejorar la calidad de vida de los bolivianos. El gasto corriente elevado pone en riesgo la estabilidad macroeconómica y la sostenibilidad a largo plazo», concluyó.
