Con una escenografía sobria en plena Casa de la Libertad de Sucre el presidente Luis Arce emitió su primer mensaje presidencial de 2025, año del Bicentenario, año electoral, en el que repasó la historia y los hitos de la República antes y después de su independencia, y donde no perdió la ocasión para hablar de su gobierno y justificar sus acciones. Arce imagina ahora un país potencia en la producción de alimentos que rompa la dependencia de la importación de alimentados.
“Hemos superado momentos muy difíciles y estoy seguro que vamos a vencer los problemas que hoy enfrentamos”, dijo el mandatario haciendo un reconocimiento público de la existencia de problemas poco habitual en sus últimas alocuciones, aunque sin asumir responsabilidades sobre la herencia recibida.
Futuro industrializado
Arce se comprometió a “consolidar la industrialización, cuidando la nacionalización de nuestros recursos naturales estratégicos”. Recalcó que la industrialización no es solo una meta, sino es la clave para garantizar una verdadera independencia económica. El discurso de la industrialización del gas se cortó en seco en 2015, cuando las alarmas por la falta de reservas ya habían sonado y YPFB no se había fortalecido para enfrentar la exploración en solitario. Industrias como el Mutún y sobre todo el litio llevan más de quince años sin concretarse.
Asimismo, aseguró que se seguirá “avanzando a paso firme en la seguridad con soberanía alimentaria, para hacer de nuestro país una potencia en la producción de alimentos”.
“Vamos a dar un salto cualitativo para romper con la dependencia de la importación de combustibles. Vamos a proteger nuestra biodiversidad y trabajar en políticas económicas y sociales por el bienestar de cada boliviana y boliviano”, agregó el mandatario.
La amenaza externa
En el pasado, la clave de la amenaza externa funcionó electoralmente bien en Bolivia y aunque había caído en desuso, Arce lo ha recuperado con sus matices. En su mensaje alertó que la independencia y libertad bolivianas están nuevamente bajo amenaza por intereses externos, que desean apropiarse de recursos naturales estratégicos como el litio, las tierras raras, el agua y la biodiversidad.
Sin embargo, aseguró que Bolivia no volverá a ser colonia de nadie ni permitirá el saqueo de sus recursos naturales.
Defendió nuevamente el modelo económico y ratificó su principio de “crecer acortando brechas económicas y sociales”.
Pidió que este 2025 los bolivianos se encuentren unido con esperanza en el corazón y con la determinación de construir un país más fuerte más justo y más solidario.
“Que este Bicentenario sea el inicio de una nueva etapa donde el amor por nuestra patria nos guíe en cada una de nuestras acciones, que este nuevo año sea un tiempo de paz, de unidad y de renovación para todas las familias bolivianas”, agregó.
Sin reacciones
Esta vez las reacciones sí se hicieron esperar, pues los principales rostros de la oposición o bien se anticiparon a Arce con su propio mensaje del Bicentenario en clave de “oportunidad de cambio”, como Samuel Doria Medina o Carlos Mesa, o bien se ocuparon de otros asuntos de la actualidad, como Evo Morales que festejó el aniversario de la Revolución Cubana,
o Tuto Quiroga, ya metido de lleno en la agenda venezolana, replicó y apoyó el mensaje de María Corina Machado llamando a la movilización.
“En estos 200 años, Bolivia ha pasado de ser un proyecto patriótico a convertirse en una realidad irreversible. Alrededor de siete generaciones de bolivianos y bolivianas han construido un país que no es fallido, como creen algunos; un país pacífico, trabajador, que ama la libertad, con una estructura y una personalidad definidos, que se reproducen en el tiempo. Los cambios y las reformas deben partir de ese legado histórico. Los que quieran comenzar desde cero utopías extremistas están condenados a fracasar” escribió Samuel Doria Medina.
“En el año del bicentenario, nuestro mejor homenaje a los combatientes de la independencia y los fundadores de la patria, es recuperar la democracia, la libertad, el respeto a los ddhh!y la erradicación de la corrupción amparada por un régimen autocrático y arbitrario. Nuestro compromiso al construir un acuerdo de unidad, es construir un nuevo horizonte histórico que cambie 180 grados el camino al desastre que inició Evo Morales y continúa Luis Arce” escribió Mesa.