Ubicado en el sureste del desierto de Taklamakan, el proyecto, conocido como Ruoqiang PV, tiene una capacidad de 4 gigavatios (GW), equivalente a toda la capacidad solar instalada de Canadá. La planta ha sido desarrollada y será operada por China Green Electricity Investment, según informan medios locales chinos.
Estrategia
El proyecto Ruoqiang PV es parte de la estrategia del gobierno chino para alcanzar el pico de emisiones de carbono antes del final de la década. Este objetivo forma parte del ambicioso compromiso del país con la neutralidad de carbono, aunque todavía enfrenta desafíos importantes debido a su dependencia del carbón.
De acuerdo con datos recientes, entre enero y noviembre de este año, la generación de energía térmica en China, mayoritariamente a base de carbón, aumentó un 1,9% en comparación con el mismo periodo del año anterior. A pesar del crecimiento acelerado de la capacidad instalada de energías renovables, el carbón sigue representando alrededor del 60% de la generación eléctrica del país.
El megaproyecto, valorado en más de 131.730 millones de euros, se convertirá en la infraestructura más costosa del mundo.
Esto se debe, en parte, a un aumento sostenido en la demanda energética, impulsado por el uso de electrodomésticos en hogares de una clase media en crecimiento, el consumo de centros de datos y la expansión de estaciones de carga para vehículos eléctricos.
Desiertos: epicentros de la revolución energética
El Ruoqiang PV no es el único proyecto de gran escala que China desarrolla en áreas desérticas. En el marco de un plan presentado en 2022 por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC) y la Administración Nacional de Energía (NEA), China ha estado promoviendo megaproyectos eólicos y solares en regiones desérticas como el desierto de Badain Jaran y el desierto de Gobi.
En el desierto de Badain Jaran, por ejemplo, se están llevando a cabo estudios exhaustivos para garantizar que los nuevos proyectos de energía cumplan con estrictos requisitos ambientales y económicos. La empresa Longyuan Power Design Institute ha liderado los esfuerzos de diseño e implementación de modelos sostenibles en estas áreas, utilizando tecnologías avanzadas como análisis de datos de recursos eólicos y modelado 3D.
Además, en el desierto de Tengger, un innovador modelo de generación de energía ha logrado combinar la instalación de paneles solares con la restauración ecológica. Esta estrategia ha permitido aumentar la cobertura vegetal de la zona del 0,5% al 20%, transformando un entorno árido en un «oasis biodiverso».
